Portada del New York Time el 20 de junio de 1953.
Por Ms. C. Abel Aguilera Vega
El 19 de junio de 1953, en Estados Unidos fueron ejecutados en la silla eléctrica los esposos Rosenberg. Julius y Ethel, constituyen la primera ejecución por espionaje de civiles en la historia estadounidense. Ambos eran judíos y comunistas.
Julius Rosenberg nació en Nueva York, en mayo de 1918 y Ethel en la misma ciudad en 1915. Ambos provenían de familias humildes de obreros judíos. Él logró estudiar Ingeniería Eléctrica y ella soñaba con ser actriz y cantante. Ambos militaban en la Liga de Jóvenes Comunistas, rama juvenil del Partido Comunista de Estados Unidos. En julio de 1939 se casan y de dicha unión nacieron dos hijos, Michael en 1943 y Robert en 1947.
Se desencadena el proceso
En 1949 la Unión Soviética hizo su primera prueba de explosión atómica. El dato fue desconcertante para el gobierno norteamericano ya que nadie calculaba que los soviéticos pudieran tener ensayos exitosos hasta dentro de tres o cuatro años. Eso emparejaba las fuerzas. Si ambas potencias tenían la bomba atómica la discusión era otra. La preocupación norteamericana aumentó cuando se enteraron que el funcionamiento del arma destructora era similar a las que ellos habían desarrollado en el Proyecto Manhattan. Ni siquiera habían llegado por otro camino. Demasiada coincidencia. Los espías fueron cayendo en un efecto dominó. Klaus Fuchs fue el más célebre; un físico alemán que había trabajado en el Proyecto Manhattan y había vendido información a los soviéticos. Simultáneamente el macartismo hacia su trabajo. La persecución a los comunistas en Estados Unidos estaba a la orden del día.
El punto de quiebre de la historia es la detención de David Greenglass, un antiguo operario del Proyecto Manhattan en Los Alamos. Junto a él quedó presa su esposa Ruth. Acusados de espionaje, en su declaración inculparon a los Rosenberg. El detalle es que Ethel era su hermana.
El juicio y la ejecución
El juicio iniciado en marzo de 1951, fue breve y siempre se ha visto como un fraude por la falta de evidencias sólidas que culpasen al matrimonio. Toda la acusación que pesaba sobre ellos eran las declaraciones de David y su esposa. El jurado casi no necesitó deliberar para declararlos culpables. El juez, cinco días después, los condenó a muerte.
Posteriormente se supo que la supuesta información trasladada por Julius a la URSS era de escaso valor para el proyecto de bomba nuclear y estaba llenos de errores.
Luego de la sentencia comenzaron dos años de apelaciones, recursos y postergaciones de la ejecución. Hubo marchas, colectas para los hijos y para el pago de los gastos legales, pedidos de clemencia. El caso se difundió a todo el mundo. El matrimonio estuvo todo ese tiempo en el Corredor de la Muerte esperando ser llevados al patíbulo.
El temor de la guerra total con los soviéticos, el terror atómico y el macartismo convirtieron al caso en una obsesión norteamericana. Era raro el día que una noticia relacionada a los Rosenberg no estuviera en las portadas de los diarios.
Finalmente serían ejecutados el 19 de junio de 1953. El día anterior el matrimonio pasó las últimas horas juntos. Esperaron la ejecución conversando a través de las rejas que los separaban.
Cuerpos de Ethel y Julius Rosenberg.
Inocentes
Trece años después del crimen, David Greenglass, confesó públicamente que la acusación que los llevó a la cárcel fue falsa. En busca de reducir su condena y presionado por el FBI incriminó a Julius y Ethel, y dijo que su cuñado lo captó para formar parte de una red espía en favor de la URSS.
De esta forma se desvanecía la única prueba contra los esposos. El caso demostró que Estados Unidos necesitaba un chivo expiatorio, el cual recayó en los Rosenberg.
En 1970 el FBI desclasificó documentos que probaban la inocencia de ambos y años posteriores la Asociación Americana de Abogados reconstruyó el proceso, llegando a la certeza concluyente de que los dos eran inocentes.