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Por Alfredo García Almeida*
La ola nacionalista que recorre el continente africano, azotó el pasado miércoles a Gabón, la excolonia francesa situada en la costa oeste de África central, con un territorio de 267,667 km2, una población de 2,3 millones y una economía basada en ricos yacimientos minerales y forestales. Con el golpe de Estado en Niger y Gabón, Francia comienza a perder su poder económico y estratégico en las excolonias. En el país se ubica una base militar francesa con unos 400 soldados y residen cerca de 10 mil ciudadanos de Francia.
El pasado miércoles, el presidente de Gabón, Ali Bongo Ondimba, fue “reelegido” presidente para un tercer mandato, tras obtener el 64,2% de los votos. Según el Centro Gabonés de Elecciones, CGE, el candidato de la coalición de la oposición, Alternance 2023, Albert Ondo Ossa, alcanzó 30,77% de los votos. Ondo había denunciado, “fraudes orquestados por el bando de Bongo”, dos horas antes del cierre de la votación.
Tras los resultados electorales, el Ejército gabonés anunció por TV la anulación de esos resultados por presunto “fraude”, poniendo “fin al régimen actual” y en “arresto domiciliario” al presidente, Bongo Ondimba. Uno de los hijos del presidente, Noureddin Bongo Valentin, fue detenido por “alta traición”. También fueron detenidos altos funcionarios del régimen, consejeros de la presidencia y los dos principales responsables del oficialista, Partido Democrático Gabonés, PDG.
Durante la comparecencia en la TV, los militares informaron que el Gobierno, el Parlamento y la Corte, habían sido disueltas tras crearse el “Comité para la Transición y Restauración de las Instituciones”, CTRI, y que el general, Brice Oligui Nguema, (48 años) jefe de la Guardia Presidencial y primo del presidente, había sido designado por unanimidad “líder de transición” de Gabón, quien prometió que el “gobierno de transición, respetará todas las obligaciones asumidas a nivel nacional e internacional”. “Al término del período de transición, entregará el poder a los civiles, mediante elecciones libres, transparentes y creíbles”, agregó el general.
Desde hace más de 55 años, la familia Bongo ha estado al frente del gobierno de Gabón. El presidente derrocado, había “heredado” el cargo tras el fallecimiento de su padre, Omar Bongo, en junio de 2009, quien se presume compró el apoyo de Francia con el petróleo, el manganeso de Gabón y la subordinación política en temas internacionales. En enero de 2008, el periódico, Le Monde, reveló la lista de ganancias mal habidas en Francia del presidente, Omar Bongo y su familia, por valor de más de 150 millones de euros. La dinastía Bongo es notoria en EEUU, por el trasiego de dólares y la compra de varias propiedades millonarias adquiridas en Washington D.C
Con Gabón, suman seis los países, (Níger, Burkina Faso, Guinea-Conakry, Sudán y Mali), donde los militares han derrocado a gobiernos dependientes del neocolonialismo francés en los últimos tres años, con fuerte impacto sobre la confrontación entre las potencias mundiales, por el “nuevo orden internacional”. La declaración de la UE sobre la condena de la asonada militar de Gabón, calificando las elecciones de “irregulares” para diferenciarla del golpe de Estado en Niger, puede ser parte de esa disputa.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.