Foto: Los Ángeles Times.
Por: Alfredo García
La democracia estadounidense se fractura. La rebelión de los ultraderechistas republicanos con la destitución del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, primer presidente en los 234 años de historia de la Cámara de Representantes que pierde la confianza del Congreso, ha generado un estancamiento legislativo que amenaza la gobernanza del presidente, Joe Biden.
Lo que podría ser considerado como un acto de madurez política, para evitar un cierre administrativo de Washington, con una prórroga presupuestaria para mantener la financiación del Gobierno hasta el 17 de noviembre sin incluir la ayuda a Ucrania, detonó una insólita movilización legislativa que revela la crisis de las negociaciones bipartidistas en el Congreso sobre temas controversiales.
Estados Unidos ha gastado alrededor de 101 mil millones de dólares en apoyo militar a Ucrania, más 24 mil millones solicitados por Biden al Congreso en agosto y 600 millones adicionales anunciados recientemente por el Departamento de Defensa. El representante republicano por Florida, Matt Gaetz, notorio por su fidelidad al ideario “trumpista”, acusó a McCarthy de hacer un “trato secreto” con el presidente, Biden, sobre la financiación de Ucrania a cambio de los votos demócratas para conseguir la aprobación de la ley de financiación a corto plazo.
Trascendió que el mandatario exigió a McCarthy a cambio, que iniciara la aprobación de una ayuda multimillonaria separado para Ucrania, lo que fue considerado por la ultraderecha republicana como una “traición” imperdonable. Durante la votación para sustituir a McCarthy, los demócratas decidieron no apoyar al republicano, lo que demuestra el nivel de las contradicciones entre los congresistas.
Patrick McHenry, republicano por Carolina del Norte, miembro del Comité de Servicios Financieros, fue nombrado presidente transitorio de la Cámara. McHenry consideró prudente hacer un receso para debatir el camino a seguir. Los republicanos volverán al Congreso el 11 de octubre, para celebrar elecciones internas y designar a un sustituto.
El congresista, Troy Nehls, republicano por Texas y Greg Steube, republicano por Florida, anunciaron que cuando la Cámara vuelva a reunirse, “propondrían a Donald Trump, como presidente de la Cámara de Representantes”.
Los estadounidenses comienzan a cansase, de la guerra indirecta de EEUU contra Rusia en Ucrania. Las encuestas de septiembre indicaron que el 41% de los consultados, cree que Washington está enviando demasiada cantidad de ayuda a Kiev. El 62% de los votantes republicanos, afirmó que la ayuda estadounidense a Ucrania es excesiva y el 17% de los demócratas coincidieron con esa posición.
“Si se interrumpe la ayuda financiera estadounidense, la economía ucraniana estará al borde del colapso para finales de año y el Estado no podrá pagar los salarios de los empleados públicos”, publicó el pasado martes el diario, The Wall Street Journal, citando a funcionarios ucranianos y estadounidenses. En estas circunstancias no está claro para los expertos, cómo planea el Gobierno de EEUU asegurar una ayuda continua a Ucrania, lidiar con el caos en el Congreso y avanzar en la campaña electoral de 2024.
