Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Por Hedelberto López Blanch*
Muchas personas en el mundo se preguntan, ¿cómo el gobierno cubano y su pueblo han podido resistir 60 años de un férreo e injusto bloqueo económico, comercial y financiero, sin rendirse a un enemigo que califica como la potencia más grande del mundo y para colmo está a solo 90 millas de distancia?
La respuesta está en el legado de Fidel Castro Ruz que supo crear conciencia, patriotismo y compromiso a millones de cubanos, al amor a lo que tanto costó construir y tener la convicción de que transar con el enemigo que intenta ahogarlos de mil maneras, sería un suicidio para la soberanía e independencia de la nación.
Fidel en 1994 durante un discurso en el Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba puntualizó:
“El bloqueo no es solo la prohibición de todo crédito, de toda facilidad financiera. El bloqueo no es solo el cierre total de las actividades económicas, comerciales y financieras por parte de Estados Unidos, la nación más rica y poderosa del mundo…Para nosotros es inaceptable la cuestión del cese del bloqueo a cambio de concesiones políticas, concesiones que corresponden a la soberanía de nuestro país. Es absolutamente inaceptable, es indignante, es irritante, y, realmente, preferimos perecer a renunciar a nuestra soberanía”.
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Hace pocos días y por 31 ocasión consecutiva, Estados Unidos quedó completamente aislado en la arena internacional cuando el 2 de noviembre, en la Asamblea General de Naciones Unidas, 184 países votaron a favor de la Resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba”.
Como siempre solo dos de opusieron (Estados Unidos y su gendarme en el Medio Oriente, Israel) y uno se abstuvo (Ucrania).
En la tribuna de la Asamblea General más 30 delegados de África, América Latina y el Caribe, Europa, Asia y de organizaciones internacionales, explicaron la necesidad de eliminar el caduco y genocida bloqueo contra la mayor de las Antillas y los perjuicios que le ha provocado al pueblo cubano durante más de 60 años.
La comunidad internacional, y hasta aliados políticos de Washington han votado y votan a favor de la Resolución, durante estos 31 años porque además de comprender lo injusto e inadmisible de esa coercitiva medida, también les afecta a ellos directamente.
Y es que debido al alcance extraterritorial, el bloqueo lesiona la soberanía de terceros países, infringe sus legislaciones nacionales, los somete a las decisiones de tribunales estadounidenses a tenor del Título III de la Ley Helms-Burton, sanciona a sus empresarios e impide el acceso a sus puertos de barcos de terceros que atracan en Cuba.
Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Asimismo, prohíbe a las subsidiarias de empresas estadounidenses en terceros países que comercien con Cuba; impide la exportación a Cuba de artículos producidos en cualquier país, cuando tengan 10 % o más de componentes estadounidenses; y excluye los productos fabricados en terceros países, si estos contienen materias primas cubanas. Es un cerco total que afecta el libre comercio en contradicción con el derecho internacional.
Durante el discurso pronunciado ante la Asamblea General, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, aseveró: “Desde 2019, el gobierno de Estados Unidos escaló el cerco contra nuestro país a una dimensión extrema, más cruel e inhumana, para infligir deliberadamente el mayor daño posible a las familias cubanas.
“En los primeros 14 meses del presidente Joseph Biden, los perjuicios ocasionados por el bloqueo alcanzaron los 6 364 millones de dólares, más de 15 millones diarios.
Entre agosto de 2021 y febrero de 2022, establecieron un récord, para sólo siete meses, de 3 806 millones de dólares. De no existir el bloqueo, en ese período nuestro Producto Interno Bruto pudo haber crecido un 4,5 %.
“Los daños acumulados en más de 60 años, alcanzan los 154 mil 217 millones de dólares, a precios corrientes; y, al valor del oro, ascienden a 1 billón 391 mil 111 millones, un millón de millones 391 mil 111 millones. ¿Cómo sería Cuba hoy, de haber contado con esos recursos? ¿Qué más podríamos haber hecho? ¿Cómo sería nuestra economía?
En su alocución el canciller resaltó que es imposible cuantificar la angustia generada por los apagones y la inestabilidad del servicio eléctrico, el desabastecimiento y largas colas para adquirir productos de primera necesidad, por los obstáculos a los proyectos de vida de las familias y, especialmente, de los jóvenes.
Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Estados Unidos se ha guiado todos estos años por el memorando escrito el 6 de abril de 1960 por el subsecretario de Estado Lester Mallory al entonces presidente D. Eisenhower en el que exponía:
“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro…el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales”…Y de esa forma “provocar hambre y desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Hoy, a 63 años de aquella infame declaración, el pueblo cubano, a pesar de todas las penurias pasadas por el bloqueo, sigue manteniendo el apoyo al gobierno y defendiendo su soberanía e independencia con el sostén apabullador de la comunidad internacional, mientras Estados Unidos está más desprestigiado.
(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.
(Tomado de cubaenresumen.org)