EEUU atrapado en su propia trampa en Ucrania e Israel,
Por Alfredo García Almeida*
La locomotora imperialista estadounidense, avanza más lentamente con un maquinista demócrata, que con uno republicano, pero con igual eficiencia.
Atrapado en su propia trampa en Ucrania e Israel, el presidente, Joe Biden, hace acrobacias políticas para prolongar ambos conflictos y aumentar la producción del complejo militar industrial con el objetivo de favorecer su proyecto económico, mientras intenta reducir el costo político de su campaña electoral para su reelección.
Mientras Washington aplicaba en Ucrania la brutalidad diplomática, promoviendo un golpe de Estado contra el presidente ucranio, Víktor Yanukóvich, el presidente, Barack Obama, con inesperado “pragmatismo”, negociaba en secreto con el gobierno cubano y la mediación del Vaticano y Canadá, equilibrando así ante la opinión pública, la balanza de su política exterior. Una década después en medio del sangriento apoyo a Ucrania e Israel, el presidente, Biden, ejecuta la versión guatemalteca del “equilibrio”, usado por Obama con Ucrania y Cuba.
El pasado 20 de agosto, Bernardo Arévalo, candidato a la presidencia por el progresista, Movimiento Semilla, fue elegido en segunda vuelta presidente de Guatemala, con el 59% de los votos, superando a su rival, Sandra Torres, del derechista, Partido Unidad Nacional de la Esperanza, que obtuvo el 35%. A pesar de la contundente victoria electoral, el Ministerio Público guatemalteco, inició a través de una conspiración golpistas controvertidos procesos judiciales contra el Movimiento Semilla, sus miembros y el propio Arévalo, creando dificultades en su toma de posesión.
De inmediato, Arévalo fue respaldado por Antony Blinken, Secretario de Estado de EEUU, quien le comunicó su apoyo a la “transición política pacífica” del país centroamericano, posición reiterada hasta su accidentada juramentación presidencial, mientras en Ucrania y Gaza morían centenares de personas. Tres días después que el expresidente, Alejandro Giammattei, entregara la presidencia a Arévalo, tras fracasar su intento de evitar la investidura con artimañas jurídicas, el Departamento de Estado prohibió su entrada a Estados Unidos, por “su involucramiento en significativos actos de corrupción”, destacando la “pragmática” visión de Biden sobre Guatemala.
Como histórico consuelo, Arévalo, hijo del expresidente, Juan José Arévalo Bermejo, elegido presidente de Guatemala de 1945, tras la Revolución nacionalista guatemalteca de 1944, creció en el exilio político con su familia en Sudamérica, tras el golpe de Estado organizado por la CIA, que derrocó a su sucesor el presidente, Jacobo Árbenz.
Si bien queda claro la política de Biden hacia Ucrania, como continuación del agresivo escenario estratégico creado por el presidente, Barack Obama, que inició la presión militar contra Rusia en sus fronteras, no se explica su incondicional apoyo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en su guerra de exterminio contra los palestinos en Gaza, restando importancia a la alianza del mandatario israelí con la ultraderecha republicana, para obstaculizar la estrategia de Obama en el Medio Oriente durante sus dos mandatos, en la que dicho sea de paso, Biden, ejercía el cargo de vicepresidente.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.