Artes Plásticas, Alfredo Sosabravo
por Daimarelys Pérez
Los vivos colores de la obra del Gran Maestro cubano de las Artes Plásticas Alfredo Sosabravo fueron antes la luz hacia las metas que hoy son esos matices creados como evolución.
Su estilo fue muy propio y suyo en el pasado, se mantiene en el presente y perdurará en el futuro; así alcanzó la personalidad única que actualmente caracteriza sus óleos, esculturas, vidrios y todo el conjunto de materiales utilizados para obtener esa estética.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, Sosabravo (1930), pintor, grabador, escultor, dibujante, ceramista y un moderno nonagenario, activo aún (aunque más pausado) a sus casi 94 años de edad, se refirió a que tiene mucha potencia para pintar, pero ahora lo hace con menos rigor, precisamente, para cuidarse.
Sigo pintando como siempre, no me han fallado ni las ganas, ni las fuerzas, lo que sí he limitado mis horas de trabajo para no desgastarme debido a mi edad física, no mental, manifestó el artista. Los viajes largos ya los suspendí desde el año pasado, porque es energía que estoy gastando, añadió.
Respeto mis horarios de levantarme en las mañanas, los de cada alimento, agregué a mi rutina diaria desde hace tiempo la atención a un jardín muy bonito que yo mismo preparé y después del desayuno camino un rato por él, lo cual disfruto mucho, contó a Prensa Latina.
Pintor al fin, lo atrapa el amor e inclinación por esa gama de colores venidos de la naturaleza.
Sosabravo explicó a este medio cómo sus actividades diarias las reparte organizadamente y con prudencia sin dejar de reunirse con amigos, tomar una siesta o los pinceles.
Con respecto a esos descansos después de almuerzo, el creador aclaró cómo los lleva a cabo.
Después de ese momento sagrado hago una pequeña siesta sentado, nada de acostado, pero me gusta estar siempre en actividad, tanto física como mental, confesó.
Amante de las películas de romances, de los thriller, de los misterios a la usanza de Agatha Christie, Sosabravo vive la vida con amor y sabiduría, la respeta, aprecia y disfruta.
Está considerado uno de los cubanos más importantes de las artes y el diseño, y por ser tan riguroso en su trabajo, de igual forma se ha convertido en uno de los más originales artífices de las expresiones bidimensionales de la plástica en este país.
Pinto por placer, para alimentar el espíritu, señaló, pero también me trae beneficios económicos que cubren mis necesidades, como las tiene todo el mundo.
Hace tiempo estoy queriendo hacer una exposición personal, pero nos falta el espacio; en el Museo de Bellas Artes no puedo porque existen dificultades debido a las escaleras, lamentó.
El Gran Maestro cubano le confiere mucha importancia a la figura humana y, según sus palabras, trata de insertarla en un ambiente que resalte la geometría.
Como estudié en 1955 geometría en la Escuela de pintura de San Alejandro se me quedó mucho eso, por tanto, en mis cuadros trato de incluir elementos geométricos, sobre todo, en los fondos, comentó. La policromía viene de los últimos 20 años, si ves los primeros trabajos te das cuenta de que hay menos color; antes utilizaba más las sombras, ahora estoy haciendo mucho collage de tela y estas usadas por mí ya vienen a veces de las fábricas con mucho pigmento, son lienzos muy alegres, compartió en su entrevista.
Esto me obliga a que el resto del cuadro tenga bastante color con el propósito de armonizar todo, sino las telas quedan como una cosa pegada. Ese es el resultado principal, añadió.
Durante años el artista trabajó la cerámica, la escultura, y a ello se refirió con respecto también a los matices que emplea.
La técnica, por ejemplo, con vidrio, que comencé en el año 98, tiene mucha vida, puntualizó.
Es decir, el color me ha atrapado de una manera que no me puedo escapar. Tengo que dominarlo para que él no me domine a mí, reconoció el autor de obras como «Retrato de una egocéntrica», «Personaje frente al sol» o una de las más conocidas «El otro rapto de Europa».
A Sosabravo le asiste el derecho y la razón cuando afirma que ha sobrepasado los 90 años física y mentalmente tranquilo, en forma, lo cual logra sin y con excesos: Sin ellos respetando horarios, tanto de alimentos, como de descanso, porque no quiere ser un «añoso agotado», expresó con risas. Sí con excesos, pero de felicidad, de armonía, de sonrisas y de alegría, estos y el conocimiento nunca sobran, concluyó. (Tomado de PL)