Imagen tomada de Todos Somos Colombia
Por Alfredo García Almeida*
Después de una “franca y constructiva” conversación telefónica el pasado 2 de abril, entre el presidente, Joe Biden, de EEUU y Xi Jinping, de China, “para gestionar las tensiones” entre las dos superpotencias, el mandatario norteamericano, “patea” el tablero tras una cumbre con Japón y Filipinas.
“Los dos presidentes mantuvieron un intercambio sincero y profundo de opiniones, sobre las relaciones entre China y Estados Unidos y cuestiones de interés mutuo”, fue la valoración del medio oficialista chino, Global Times. Por su parte, el presidente Biden declaró: “La relación entre Estados Unidos y China, es la relación más importante del mundo.
El progreso en la relación desde la reunión de San Francisco, demuestra”, añadió, “que las dos partes pueden promover la cooperación, mientras manejan responsablemente las diferencias”.
Sin embargo, varios días después, Biden se reunió con su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr, y posteriormente celebraron una cumbre trilateral en la Casa Blanca con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien el pasado martes, anunció numerosos acuerdos bilaterales con EEUU en materia de Defensa, en franco desafío a China. Filipinas se disputa territorio con Pekín en el mar del Sur y Japón lo hace en el mar del Este.
El gobierno chino, condenó de inmediato lo que consideran una “provocación directa”. “Estados Unidos y Japón, han atacado y difamado a China sobre la cuestión de Taiwán y los asuntos marítimos, interferido groseramente en los asuntos internos de China y violado las normas básicas de las relaciones internacionales”, declaró la vocera de Exteriores china, Mao Ning. “Las relaciones entre EEUU y Japón, no deben apuntar a otros países ni perjudicar sus intereses, ni deben socavar la paz y la estabilidad regionales”, agregó Ning.
La posible incorporación de Japón a Aukus, la alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, para conformar una estructura militar en la región del Indo-Pacífico, está en el fondo de las negociaciones con Japón. “Reconociendo las fortalezas de Japón y sus estrechas asociaciones bilaterales de defensa con los tres países, estamos considerando la cooperación con Japón en proyectos de capacidad avanzada del Pilar II de Aukus”, indicaron los tres ministros de Defensa en un comunicado conjunto.
Pekín, ha manifestado de forma reiterada su rechazo a esa nueva alianza militar. La perciben como una amenaza directa a la estabilidad en la zona y una estrategia de los tiempos de la Guerra Fría. “EEUU, Japón y Filipinas, son tres democracias marítimas estrechamente alineadas con objetivos e intereses estratégicos cada vez más convergentes”, declaró el pasado martes, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente Biden. Las reuniones de esta semana, forman parte de los intensos contactos de la Casa Blanca, para el desarrollo de una red de alianzas económicas y de seguridad en Indo Pacífico, con las que responder al auge de China.
Lo cierto es que el intercambio “franco y constructivo” de Biden y Jinping, no frenó la triple alianza militar que representa una explícita amenaza contra China en el Indopacifico, sino que estimuló el proceso de expansión de Aukus con Japón y Filipinas.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.