Por Alfredo García Almeida*
Tribuna Supremo. (Imagen de archivo/RHC)
La sentencia del Tribunal Supremo del pasado lunes aprobada por la mayoría conservadora de 6 jueces nombrados por presidentes republicanos, que otorga amplia inmunidad a Donald Trump por sus actos como presidente, constituye un virtual golpe de Estado judicial con características norteamericanas, que allana el camino de Trump hacia la Casa Blanca.
La polémica decisión de la mayoría jurídica, escrita por el juez conservador y presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, nominado por el presidente, George W. Bush, en 2005, sostiene: “El presidente no puede ser procesado por ejercer sus principales poderes constitucionales y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad judicial por todos sus actos oficiales”.
Sin embargo, según las tres juezas progresistas del Supremo: Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson y Elena Kagan, nombradas por presidentes demócratas: “La decisión de hoy de dar a los expresidente inmunidad criminal, reconfigura la institución de la presidencia. Es una burla al principio fundacional de nuestra Constitución y sistema de Gobierno de que ningún hombre está por encima de la ley”, firmaron las tres juezas el pasado lunes.
“¿Ordena al Equipo Seal 6 (fuerzas especiales) de la Marina asesinar a un rival político? Inmune. ¿Organiza un golpe militar para aferrarse al poder? Inmune. ¿Acepta un soborno a cambio de un indulto? Inmune. Inmune, inmune, inmune. Dejemos que el presidente viole la ley, dejémosle explotar las trampas de su cargo para beneficio personal, dejémosle usar su poder oficial para fines malvados. Porque si supiera que algún día puede enfrentarse a la responsabilidad por violar la ley, no sería tan audaz y valiente como nos gustaría que fuera. Este es el mensaje de la mayoría hoy”, señalaban las juezas en su voto particular.
“Aunque estos escenarios de pesadilla nunca lleguen a producirse, y rezo para que nunca lo hagan, el daño ya está hecho. La relación entre el presidente y el pueblo al que sirve, ha cambiado irrevocablemente. En cada uso del poder oficial, el presidente es ahora un rey por encima de la ley”, añaden.
Es habitual que los jueces del Supremo que no están de acuerdo con un fallo lo justifiquen y cierren con un “con respeto, disiento”, pero en este caso las tres magistradas han querido dejar claro que esta no es una sentencia cualquiera. Que supone un peligro para el sistema político dejar en mano de los jueces, cuándo un presidente es inmune ante la ley y cuándo no.
Respecto a la sentencia, el presidente Biden, declaró: “La sentencia dictada este lunes por el Tribunal Supremo, en la que concede amplia inmunidad penal a Donald Trump, y a los presidentes en general por sus actos oficiales, no solo impide aclarar las responsabilidades de Trump en el pasado, sino que sienta un “precedente peligroso” para el futuro.
“Acaban de entregar a Donald Trump, las llaves de una dictadura”, ha dicho en una llamada con periodistas, el director adjunto principal de la campaña de Biden, Quentin Fulks.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.