Vilma Espín.
Por Pedro Martínez Pírez
Cuando se acerca la fecha del 23 de agosto se agigantan en mi memoria los recuerdos de la fundadora junto a Fidel, de la Federación de Mujeres Cubanas,Vilma Espín.
La entrevisté muchas veces tanto en Cuba, en la sede de la Federación en Paseo y 13, donde le grabé para Radio Habana Cuba testimonios en inglés y francés, y divulgamos al mundo por las ondas internacionales de nuestra emisora.
La tuve en vivo en la Revista de la Noche de nuestra emisora desde la sede de la Embajada de Cuba en Quito, y la entrevisté en la casona de la Fundación Guayasamín, al año siguiente del fallecimiento del único pintor para el cual posó Fidel en cuatro ocasiones.
Vilma era muy querida por la familia del Maestro, y por la ecuatoriana del siglo XX, doña Nela Martínez, en cuya residencia en el barrio quiteño de La Floresta, coincidí en una ocasión con la gran cubana, quien viajó a Quito para asistir en representación de Cuba a una reunión de Primeras Damas. Efectuadas en la capital ecuatoriana.
En la casa de Nela Martínez recordamos que ella fue quien guardo la bandera cubana que ondeo en la sede de nuestra Embajada hasta 1963, cuando por presiones yanquis Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Cuba las cuales fueron restablecidas 16 años después, por decisión del presidente Roldós.
Diez años antes de la visita de Vilma a Ecuador, en 1991, recibí de sus manos la Orden 23 de Agosto y fui electo delegado al Cuarto Congreso del Partido Comunista, que se efectuó en el teatro Heredia de la ciudad de Santiago de Cuba.
Ceo que soy el único militante del Núcleo del Partido de Radio Habana Cuba que ha tenido ese honor. Y recuerdo haber viajado en tren desde La Habana y haber compartido en aquel largo viaje con otro delegado y gran amigo, Agustin Lage Dávila, a quien saludé hace pocas semanas en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En el teatro Heredia de Santiago fui uno de los que pude disfrutar la interpretación del cantautor cubano Silvio Rodríguez, quien nos regaló EL NECIO. Esa emblemática canción cinco años después la cantó Silvio en una edición de los conciertosTODAS LAS VOCES TODAS, en Quito, junto a otras dos piezas antológicas del cantautor cubano: SUEÑO CON SERPIENTES y LA MASA.
Yo había enrevistado a Silvio en una Casa de Protocolo de La Habana el 29 de noviembre de 1986, fecha de su cuarenta cumpleaños, cuando el pintor ecuatoriano le regalo uno de sus valiosos retratos. Tuve el privilegio de entrevistar ese día a Silvio Rodríguez, quien me dijo que lo habían vuelto a parir y que había sido bendecido por la mano de los Andes, del gran pintor Oswaldo Guayasamín.
Pero los recuerdos de Vilma no me abandonan en estos días. Recuerdo su sabiduría e inteligencia y su dulzura y siento el privilegio de haberla conocido junto a las también heroínas Haydée Santamaría, Melba Hernández y Celia Sánchez Manduley, quien envió a fines de 1960 un jarrito de plata con la firma de Fidel para su ahijado ecuatoriano, Fidel Nieves,a quien bautizamos en nuestra Embajada en Quito el 2 de septiembre de 1960. Prohibido olvidar.
La Habana, 21 de agosto de 2024