Foto: Will Lanzoni/CNN
Por: Alfredo García
La Habana, 3 sep (RHC) El impulso recibido por la vicepresidenta, Kamala Harris, tras su proclamación como candidata presidencial durante la Convención Demócrata, fue frenado por su primera entrevista a los medios.
Había mucha expectativa por el debut de Harris enfrentando a la prensa, desde haberse convertido en la candidata presidencial. Sus presentaciones se habían limitado a discursos cortos, visitas a establecimientos con mínima interacción de electores, anuncios en televisión y memes en Internet, donde primaba un tono liviano y optimista.
Estas acciones tenían el aparente objetivo de reconstruir la imagen de Harris, quien durante la mayoría del Gobierno de Biden, había sufrido bajos números de popularidad como funcionaria poco preparada y efectiva, pero que ahora, podía intentar reposicionarse como una cara fresca y joven de la política. La estrategia funcionó durante las primeras semanas, con Harris mejorando los números de Biden en los sondeos nacionales y lograr alcanzar a Trump en la mayoría de los Estados en disputa, volviendo competitiva casi de la noche a la mañana una contienda que parecía ya definida en favor del expresidente.
Primera entrevista a los medios de comunicación de la candidata demócrata Kamala Harris
Sin embargo, la prensa comenzó a preguntarse, hasta cuándo Harris podría continuar con su plan de evadir entrevistas y mantenerse, “lo más vaga posible en cuanto a definiciones”, como caracterizó la revista, New Yorker, a la estrategia de la candidata demócrata de llevar adelante una campaña basada en no en hablar de políticas públicas o presentar propuestas sobre temas concretos.
Trascendió que estos cuestionamientos a Harris, sumados a la ofensiva mediática de Trump de la última quincena, que incluyó a populares envíos a los medios, canales de noticias y entrevistas con influencers, empujaron a que la campaña de Kamala decidiera finalmente aceptar la oferta de CNN y sentar a Harris y a Tim Walz, con la periodista de la cadena informativa, Dana Bash, para lo que sería el primer encuentro de la fórmula presidencial democrática con la prensa.
Es lo que explica que en su primera entrevista, emitida por la cadena, CNN, el pasado 29 de agosto, Harris haya hecho un giro al centro de cara a las elecciones, renegando de sus pasadas posiciones progresistas, defendiendo a Israel, olvidándose de la “agenda verde” y prometiendo mayor dureza contra los migrantes, argumentando que el cambio, “no es por un cálculo político, sino que es producto de haber obtenido un mayor entendimiento sobre el tema”, algo que muchos seguidores han recibido como una inesperada demostración de cinismo. Y lo que más ha sorprendido. Su falta de mención, a que podría ser la primera mujer presidenta de EEUU.
Hoy la mayoría de las encuestadoras de EEUU, colocan en empate técnico a Kamala y al expresidente Trump, cuya batalla, según los expertos, será muy reñida y se definirá aparentemente en los llamados “swing states”, que van desde los Estados alrededor de los grandes lagos, Wisconsin, Minnesota, Illinois, Pensilvania y Ohio, hasta los Estados de la franja solar, que son Arizona, Nuevo México, Nevada y Georgia.
CNN Español