Foto: Youtube/El Universal
Por Alfredo García Almeida*
Siguiendo varias encuestas anteriores, la de Scripps News/Ipsos, sitúa la inmigración entre las tres principales preocupaciones de los votantes de cara a las elecciones del 5 de noviembre: el 39% la cita como uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta el país, superada solo por la inflación, que encabeza la lista con un 57%. La seguridad de la frontera sur del país con México, fue señalada como la principal prioridad del país en materia de inmigración.
El plan del candidato presidencial republicano, el expresidente, Donald Trump, de llevar a cabo la “mayor deportación de la historia de Estados Unidos”, cuenta con el 54% de los votantes que respaldan la política clave del candidato republicano, según una encuesta de Scripps News/Ipsos, publicada el pasado miércoles. Por afiliación política, el 86% de los republicanos, se mostraron a favor de la medida junto a una cuarta parte de los demócratas encuestados. Y aunque el sondeo muestra que un mayor porcentaje de votantes tiene una opinión más favorable de Kamala Harris que de Donald Trump, el 44% de ellos confía en que el expresidente, haría un mejor trabajo en la gestión de la inmigración que la vicepresidenta (con un 34%).
Según un análisis histórico del flujo migratorio en México, publicado en la revista, CIMEXUS, por los investigadores, Francisco Javier Ayvar y Enrique Armas: “Un recorrido histórico de este fenómeno da imagen de cuál ha sido la evolución de la situación interna de México y Estados Unidos, a través de cinco períodos como son: la era del enganche que se realiza desde sus inicios hasta 1929 con el auge de los ferrocarriles en Estados Unidos y la necesidad de mano de obra mexicana. La era de las deportaciones de 1929 a 1941, este período se caracteriza por la presencia de la crisis de 1929 en el sistema capitalista, lo que llevó consigo la deportación masiva de mexicanos. La migración en la II Guerra Mundial, con la participación de los norteamericanos en este conflicto bélico, dejó desabastecido de mano de obra a su economía, lo que los llevó a recurrir nuevamente de mano de obra extranjera, lo que en México vendría a ser representado por el “programa bracero”. La inmigración indocumentada da inicio una vez concluido el programa bracero en 1965, en la cual los inmigrantes siguen cubriendo la demanda laboral, mientras que los empleadores explotan a los mexicanos pagando su trabajo a muy bajo costo y sin derechos sociales, aprobando el ingreso de mano de obra, solamente por la vía de una visa de trabajo. Este período termina en 1986, cuando se llega a una reducción drástica del número de mexicanos admisibles. El último período es el llamado “la gran escisión” que comienza en 1986 con la aprobación de la Ley de Reforma y Control de la inmigración, endureciendo las leyes en contra de los mexicanos, además del reforzamiento de la vigilancia en los principales lugares de cruce de los mexicanos, llevándolos a trayectos más peligrosos”.
El análisis de los especialistas sobre la migración mexicana, que en la última década se ha extendido a los centroamericanos, podía resumirse así: mano de obra barata para ocupar trabajos que los norteamericanos rechazan (agricultura, construcción, domésticos), con una tendencia que desborda las necesidades de empleo barato, según las actuales necesidades de los empresarios, representados por el expresidente, Trump.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.