Mark Rutte. (Foto: Democracy Now)
Por Alfredo García Almeida*
“No cambies de caballo en mitad del río”, significa no alterar tu curso de acción, plan o líder en medio de un proyecto, no cambiar de opinión en un momento inoportuno. El proverbio se atribuye a Abraham Lincoln (1809-1865), el decimosexto presidente de los Estados Unidos, cuando habló de las elecciones presidenciales durante la Guerra Civil, así como cuando habló de reemplazar a sus generales.
Sin embargo, EEUU, pierde la memoria histórica, al reemplazar al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, por el exprimer ministro de los Países Bajos, el holandés, Mark Rutte, en medio de máxima tensión geopolítica mundial, por los conflictos en Ucrania, con la guerra de Israel contra Gaza y en Líbano, así como el aumento de la temperatura con Irán, conflictos en que los aliados europeos tienen enfoques diversos.
Entre esos desafíos, está aumentar el gasto en defensa de los aliados, en un momento de presupuestos ajustados y mantener el sostén a Kiev, a quien la OTAN ha prometido que su camino hacia la membresía, es “irreversible”. “Tenemos que asegurarnos de que Ucrania prevalece como nación soberana, independiente y democrática”, ha dicho Rutte, que también ha hablado de una China cada vez más asertiva, que está brindando un apoyo esencial a Kremlin en la invasión a Ucrania.
El holandés ha lanzado a Pekín una de sus advertencias más duras el pasado martes, en su primera conferencia de prensa como secretario general de la OTAN: “A través de su apoyo a la industria militar rusa, China se ha convertido en un facilitador decisivo de la guerra de Rusia contra Ucrania. China no puede seguir alimentando el mayor conflicto bélico en Europa desde la II Guerra Mundial, sin que esto tenga un impacto en sus intereses y su reputación”, ha afirmado el holandés.
Todos esos retos ocurren, mientras Europa observa el resultado electoral en Estados Unidos, que puede devolver a la Casa Blanca a uno de los grandes críticos contra la OTAN: Donald Trump. Rutte, ha dicho, que la Alianza Atlántica es esencial para EEUU y que tanto, Donald Trump, como la vicepresidenta, Kamala Harris, son conscientes de ello. “Podré trabajar con ambos”, ha sentenciado el nuevo secretario general.
Trascendió que Rutte se ha trazado tres prioridades para su mandato: “No puede haber seguridad en Europa, sin una Ucrania fuerte e independiente. Pero tan importante como este punto para Rutte, es incrementar la inversión en los ejércitos de los aliados. “Tenemos que gastar más. Tenemos que aumentar nuestra defensa colectiva”, ha subrayado.
Por el momento, son 23 Estados los que alcanzan ese compromiso que se pactó hace ya 10 años en Gales. Con un 1,28% de su producto interior bruto, dedicado a defensa. También ha puesto Rutte su experiencia al servicio de la OTAN, para estrechar los lazos de la Alianza con la Unión Europea. “Tengo buenos amigos entre los líderes de la UE y buscaré trabajar con ellos”, ha destacado. “Existe un claro reconocimiento tanto por parte de la OTAN como de la Unión Europea, de que ambos valoramos una defensa europea más capaz, complementaria e interoperativa”, ha explicado Rutte, cuyo nombramiento “en mitad del río”, está acompañado de gran incertidumbre.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.