Gabinete de Trump (Foto: El Orbe)
Por Alfredo García Aguila*
Donald Trump, se prepara para: “Make America Great Again” (Haz a los Estados Unidos grande otra vez). Trascendió que no quiere repetir los errores que cometió en 2016, cuando se rodeó de asesores y expertos con los que mantuvo fuertes discrepancias y cuestionaron sus decisiones. El presidente electo indica con sus primeros nombramientos, (a imagen y semejanza), que la lealtad personal, es condición para formar parte de la nueva Administración estadounidense.
Empezó con la designación de Susie Wiles, directora de su campaña presidencial, como jefa de Gabinete, una especie de primera ministra en la sombra y primera mujer en ocupar este cargo en el país. El jefe de gabinete, supervisa las operaciones de la Casa Blanca y gestiona la agenda política del presidente. Wiles será la asesora clave en todas las cuestiones políticas. Tras ello, fue seleccionado, el expolicía, Tom Homan, exdirector de Inmigración y Control de Aduanas, que liderará la “mayor operación de deportación de la historia”, notorio en la Administración anterior, por la política de separación de familias en la frontera. Sus planes migratorios incluyen la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, más restricciones del derecho de asilo, el “cierre” de la frontera y el fin del derecho a la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados.
Stephen Miller, otro halcón contra la inmigración, que ayudó a desarrollar la prohibición de viajes desde países de mayoría musulmana y la separación de familias en la frontera, será jefe adjunto de Gabinete de la Casa Blanca. Miller ha defendido la teoría supremacista, del Gran Reemplazo de la civilización occidental por parte de los inmigrantes.
Además, Trump ya ha elegido a la “punta de vanguardia” de su política exterior. Se espera que el ultraderechista senador, Marco Rubio, de origen cubano, sea secretario de Estado, (sería el primer hispano al frente de la diplomacia estadounidense). Como secretario de Estado, Rubio sería fundamental en la negociación para reducir los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. Se le considera un halcón en cuanto a Cuba, Nicaragua y Venezuela y ve a China, como una amenaza tanto económica como geopolítica.
También ha elegido para ser embajadora ante Naciones Unidas, a Elise Stefanik, que considera a la ONU una “institución antisemita” y ofrecido al senador, Mike Waltz, el cargo de consejero de Seguridad Nacional, puesto clave para la toma de decisiones en conflictos geopolíticos. Waltz sirvió en Afganistán y fue el primer oficial de las Fuerzas Especiales en el Congreso. A esos nombramientos se suma el de, Lee Zeldin, que votó contra la certificación de la victoria de, Joe Biden, en 2020, que estará al frente de la Agencia Medioambiental, con la misión de eliminar regulaciones.
John Ratcliffe, como director de la CIA, el millonario, Elon Musk, jefe del departamento de Eficiencia Gubernamental y el presentador del programa Fox, Pete Hegeseth, como secretario de Defensa, son las tres últimas joyas de la corona. En conjunto, las personas elegidas por Trump, muestran un patrón a diferencia de su primer mandato: todos ellos han demostrado su fidelidad al impredecible presidente.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.