Foto: Diario Plural
Por: Alfredo García Almeida*
De manera similar a como se desataron las revueltas de Maidan en Ucrania a finales de 2013, un movimiento de protestas callejeras ha puesto en vilo a la sociedad georgiana, tras la posposición del gobierno al acercamiento a la Unión Europea, UE.
Georgia es un país localizado en la costa del mar Negro, con un territorio de 69,700 km2 y una población de casi 4 millones de personas. Comparte fronteras con Rusia, Turquía, Armenia y Azerbaiyán. Hasta 1991, formó parte de la URSS. En julio de 2016, la UE incorporó a Georgia como “Estado asociado”. En 2022, tras el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, Georgia presentó formalmente su solicitud de adhesión a la UE y obtuvo el estatuto de “país candidato”.
El 26 de octubre, la coalición, Sueño Georgiano, principal grupo político de centro-izquierda, obtuvo la victoria en las elecciones legislativas con casi el 54% de los votos emitidos, pero los partidos de la oposición afirmaron que la votación fue “fraudulenta” y se negaron a ocupar sus escaños en el Parlamento. El pasado 28 de noviembre, el primer ministro, Irakli Kobakhidze, anunció que el partido gobernante, había decidido aplazar las negociaciones de adhesión a la UE hasta 2028.
Un mes después de las elecciones legislativas del pasado mes de octubre, denunciadas por la oposición como un “golpe de Estado”, miles de personas se congregaron en Tiflis y otras ciudades de Georgia, ondeando banderas de la Unión Europea y de Georgia, bloqueando el tráfico frente al Parlamento y la sede del partido gobernante, a quienes acusan de un giro autoritario prorruso. Los participantes en las protestas, levantaron barricadas en las inmediaciones del Parlamento y lanzaron hierros, piedras, botellas de vidrio, bengalas petardos contra las fuerzas policiales. Efectivos antidisturbios, emplearon gases lacrimógenos y carros lanza agua, para despejar los alrededores de la sede del Legislativo.
El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, advirtió que Georgia no seguirá el camino de Ucrania ya que cuenta con “instituciones sólidas y un pueblo experimentado y sabio”.
“Los radicales y sus patrocinadores extranjeros, siempre están tratando de encontrar una razón para intentar provocar disturbios en el país y la ‘ucranización’ de Georgia”, dijo el jefe del Gobierno, sobre los graves incidentes registrados en la capital georgiana.
El primer ministro aludía a las protestas y disturbios que estallaron en Kiev el 30 de noviembre de 2103 y que culminaron con el golpe de Estado prooccidental contra el presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich. El detonante de la sublevación popular, fue la negativa repentina de Yanukóvich a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea. “En Georgia no se puede llevar a cabo el guión del maidán. Georgia es un Estado y este Estado no lo permitirá”, advirtió Kobajidze.
Sin embargo el pasado jueves, el Parlamento Europeo adoptó una resolución denunciando “irregularidades significativas” y rechazando los resultados de las elecciones. El texto exige que se organice en Georgia un nuevo proceso electoral dentro de un año bajo supervisión internacional y que se impongan sanciones a altos funcionarios georgianos, incluido el primer ministro, Kobakhidze.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.