Imagen de archivo/RHC
Por: Alfredo García Almeida*
Faltando poco más de un mes para ocupar el cargo, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha comenzado a actuar como presidente en funciones, adelantando con algunos matices, las líneas estratégicas de su futuro programa de gobierno.
Trump, declaró el pasado domingo en una entrevista a NBC, que consideraría la posibilidad de que Estados Unidos abandone la OTAN, si los países miembros no “pagan sus facturas”. “Si están pagando sus cuentas, y si creo que nos están tratando de manera justa, la respuesta es: absolutamente, me quedaría con la OTAN”, pero de lo contrario, consideraría que su país “se retire”.
En el tema migratorio, Trump moderó su apocalíptica deportación, declarando que los “dreamers” (soñadores), beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) a Estados Unidos, puedan quedarse en el país. “Algunos de ellos ya no son jóvenes. Y en muchos casos, han tenido éxito”, dijo (…) Su “plan” es trabajar con los demócratas, para hacer que esto sea posible, indicó con inesperado aire conciliador.
Las principales promesas de Trump, están plasmadas en el programa electoral aprobado durante la Convención Nacional Republicana de Milwaukee: Gigantesca deportación de emigrantes en condiciones irregulares, construcción de campos de detención, despliegue del Ejército para perseguir indocumentados y veto a personas de países musulmanes. Aumentará la producción de petróleo y de gas para reducir los precios de la energía y llevará a cabo el mayor recorte de impuestos de la historia. Pondría fin rápidamente a la guerra de Ucrania, (Paz con fuerza) aunque no ha aclarado cómo.
Trump quiere catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones “terroristas” y utilizar el Ejército para combatirlos. Despedirá a miles de funcionares de carrera para desmantelar lo que llama el “Estado profundo” y recortará la independencia de las agencias federales para concentrar el poder en la Presidencia. Cortará fondos públicos a los colegios en los que se hable de identidad de género y prohibirá a las mujeres trans, participar en competiciones deportivas femeninas.
Una de sus prioridades en materia económica, junto con las rebajas de impuestos y la desregulación normativa, es la política arancelaria, una estrategia macroproteccionista, donde todavía no se observa moderación. En su concepción, “America First” o “Make America Great Again”, Trump deja su marcado ultranacionalismo y sus críticas hacia el comercio global. Prueba de ello es la amenaza con imponer aranceles del 35% a China e incluso del 25% a Canadá y México. Su última perla, fue la escandalosa sugerencia de convertir a Canadá y México en Estados de la Unión, para compensar el “multimillonario subsidio” que otorga Washington a esos dos países.
Sin embargo, las señales dadas ponderando algunas promesas sobre su programa de Gobierno, abren un espacio donde se combina el empresario astuto y el burócrata ejecutivo, amenazando con decisiones extremas para lograr acuerdos de beneficios clasistas y supremacía internacional.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.