Foto: Hispantv
Por Alfredo García Almeida*
La “tierra prometida”, es el nombre que corresponde al relato de la Biblia, en el cual Dios promete entregar unos terrenos como herencia a sus fieles, empezando por Abraham y luego a sus descendientes. Eso ocurrió en 1948, pero no fue Dios sino EEUU, quien hizo entrega a los judíos del territorio de Palestina, a través de su influencia y sus mañas políticas en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante los primeros 20 años que siguieron a la creación del Estado de Israel en el territorio palestino, la política de Estados Unidos en el Medio Oriente fue impulsada por dos preocupaciones principales: la prevención de una carrera armamentista en la región y la prevención de la expansión de la influencia soviética en la zona.
Un artículo de Eve Young, reportera de economía y asuntos internos del periódico israelí, The Jerusalem Post, del pasado martes, sobre un reciente informe de la organización israelí de ayuda sin fines de lucro, LATET, revela el espejismo de la nación hebrea. “LATET, que funciona como organización paraguas para 180 ONG locales en 105 comunidades de Israel, atiende las necesidades básicas de las poblaciones que viven en la pobreza y la seguridad alimentaria”, asegura Young. Casi el 30% de los israelíes y más de 600.000 niños viven en la pobreza, según un informe de LATET, publicado el pasado 16 de diciembre. Sin embargo, Israel, como la “vitrina” estadounidense en el Medio Oriente, contrasta con el resto de sus vecinos árabes.
“LATET opera un banco nacional de alimentos y ejecuta varios programas de ayuda y educación. Entre sus actividades principales, distribuye 30 millones de dólares en alimentos anualmente a 60,000 familias necesitadas y 1,000 sobrevivientes del Holocausto que viven en la pobreza”, agrega la joven periodista. “Solo la ayuda militar de Estados Unidos a Israel, ajustada por inflación, suma 251,200 millones de dólares en 66 años, siendo 2024, el año con mayor cantidad aprobada, durante la Administración Biden, en el contexto de la guerra en la Franja de Gaza”. A cambio, Israel sirve como ariete del Pentágono en la región, al violar impunemente el orden internacional contra los derechos del pueblo palestino, con la protección del veto de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En la “Tierra Prometida”, hay 678,200 hogares en situación de pobreza, 2,756, 000 personas pobres y 1,240.000 niños pobres, según el informe. Alrededor del 10,1% de las familias viven en “inseguridad nutricional grave”. El informe agrega que unas 325,700 familias y 1, 180,200 personas (incluidos 62,600 niños) padecían inseguridad alimentaria grave y otras 354,800 familias y 990,600 personas padecían inseguridad alimentaria.
El informe también abordó el impacto de la pobreza en los israelíes, diciendo que aquellos que recibieron ayuda de la organización y sus socios, reportaron una baja resiliencia personal, el doble de la tasa de la población general. Además, los gastos mensuales promedio de los hogares apoyados por la organización, eran alrededor de 1,7 veces su ingreso mensual promedio.
Según los autores del informe: “El estudio, pretende servir como herramienta para presionar a los tomadores de decisiones en el gobierno (israelí) y el Knesset (Parlamento), para que cumplan con su responsabilidad por el bienestar de los residentes del país y actúen sistemática y decididamente para reducir la pobreza y las brechas sociales”.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.