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Por: Alfredo García Almeida*

Sin todavía gozar de las “mieles del poder”, la élite republicana ha entrado en una polémica con ribetes clasistas y racistas. Por un lado, los multimillonarios que apoyan al presidente electo, Donald Trump, como Elon Musk, David Sacks o Vivek Ramaswany, quieren que los inmigrantes altamente cualificados en áreas de interés para el sector tecnológico, puedan seguir teniendo el sistema de visados H-1B, que permite en la actualidad a algo más de 65.000 extranjeros, recibir un contrato de trabajo en una empresa que pueda justificar que no ha encontrado estadounidenses con ese nivel de capacitación.

Por otro, está el sector más populista del llamado, Movimiento MAGA (“Hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez”) que se opone a la entrada de extranjeros en cualquier circunstancia. Esa  línea de pensamiento neofascista, es la que defienden, entre otros, el ideólogo del trumpismo, Stephen Bannon, o la ideóloga de ultraderecha, Laura Loomer.

La ferocidad del debate comenzó cuando, Loomer, criticó el nombramiento de Sriram Krishnan, como asesor de Trump en materia de ciberseguridad y criptodivisas. Krishnan, nació en la India, aunque desde hace una década tiene nacionalidad estadounidense. Su carrera profesional se ha desarrollado en el fondo de capital-riesgo, Founders Fund, creado por el empresario que abrió, Silicon Valley a Trump en 2016, Peter Thiel, quien tampoco nació en EEUU, sino en Alemania y además, creció en lo que hoy es Namibia, entonces colonia de Sudáfrica.

El volumen del debate alcanzó niveles racistas: “Los indios sois los criados de los judíos”, fue uno de los mensajes en X, en clara referencia al hecho de que indios y chinos, son los mayores beneficiarios de las H-1B. Musk dio, “Me gusta”, a un tuit que ya ha sido borrado, en el que se afirmaba que los estadounidenses “son demasiado retrasados mentales”, como para trabajar en el sector tecnológico. En la discusión, solo faltaba, Steve Bannon, que se dirigió a Musk con insultos y un definitivo, “ni siquiera eres estadounidense”. Mientras tanto, Ramaswamy, culpaba a los estadounidenses de tener una cultura que, “ha venerado la mediocridad sobre la excelencia”.

El debate generó un cruce de insultos entre las dos partes, hasta que, Donald Trump, se puso del lado de los multimillonarios de Silicon Valley. El liderazgo del presidente sobre sus votantes quedó demostrado para que la discusión  terminara, al defender los H1B y proclamar que él los utiliza para contratar trabajadores extranjeros en sus propiedades inmobiliarias.

Trascendió que la mayoría de las empresas y muy especialmente las tecnológicas, siempre han querido que se admita a más extranjeros, porque cobran menos que los estadounidenses. Pero los votantes de Trump quieren que todos los extranjeros se vayan. Eso incluye desde los inmigrantes que cuidan vacas de Devin Nunes, de Truth Social, en Iowa, hasta los presidentes de Nvidia, (Jensen Huang, taiwanés), Microsoft, (Satya Nadella, indio), y Google, (Sundar Pichai, indio). Los expertos pronostican que conciliar a esas dos facciones, va a ser la misión más difícil de Trump en la Casa Blanca.