Fotos: Yilian González
Por Yilian González
Los hermanos jimaguas Yurisel García Sánchez y Yudisbel García Sánchez con cuatro y dos años de experiencia, respectivamente, en la Empresa Eléctrica de La Habana hablan de haber encontraron la profesión de sus sueños cuando se graduaron como linieros y se insertaron a la UEB Líneas Aéreas de esa institución capitalina, la más competitiva de su tipo en el país.
En el terreno acercan a estos jóvenes no sólo la complicidad del parentesco sino también el compañerismo que caracteriza a toda la brigada, a la que también sienten como familia.
Aunque consideran lo consideran riesgoso y sacrificado definen como hermoso el trabajo de un liniero, que en el servicio del deber dejan a un lado el tiempo de calidad con la familia para protagonizar las tareas más complejas en la misión de ofrecer el servicio eléctrico al pueblo.
Se sienten servidores y la humildad de sus palabras lo testifica. Hablan de la satisfacción de devolver sonrisas en zonas, donde muchas veces el impacto de fenómenos naturales les nubla los ojos y la esperanza, que reverdece al contar con linieros como Yurisel y Yudisbel, quienes practican sus vocaciones y talentos, como lo hicieron en noviembre de 2024, cuando en el Contingente capitalino José Martí acompañaron la recuperación en Artemisa tras el paso del huracán Rafael.
Yurisel comenta que tener a su otra mitad compartiendo experiencias y riesgos en las operaciones implica un reto superior, el de cuidarse mutuamente, cumplir con los protocolos de seguridad y salud del trabajo y retornar cada día a casa para abrazar a la familia.
Estos jimaguas de la Unión Nacional Eléctrica (UNE) de la EELH confían en que están en el lugar correcto para crecer, superarse y entregarse confiados en que los sueños sí se hacen realidad cuando se trabaja para despertarlos y construirlos, con fraternidad y amor.