Foto: Los Angeles Times
Por: Alfredo García Almeida*
En su segundo mandato, el presidente, Donald Trump, no se conforma con el poder de la primera magistratura de EEUU. Quiere ser emperador absoluto, un modo de ejercer el poder, sin división entre Estados, esferas o poderes y asegurar que la persona a cargo del poder, será la única responsable de tomar las decisiones.
Para Trump, la conquista de Canadá, la injerencia en México, la usurpación de Groenlandia, el cambio de nombre del Golfo de México y la recuperación del Canal de Panamá, combina una moderna versión del Destino Manifiesto (Por la Autoridad Divina de Dios), con la Doctrina Monroe (América para los americanos).
El emperador de Japón, es el único monarca reinante en la actualidad, cuyo título se traduce literalmente como “monarca celestial”, categoría a la que Trump se acerca, al afirmar: “Creo que mi vida fue salvada por Dios, por una razón: para volver a hacer de EE.UU. una nueva nación más grande”.
Trump exhibió la “corte” durante la juramentación de su segundo mandato: Elon Musk (X), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta) y Sundar Pichai (Google), los líderes de las empresas más influyentes del mundo, una alianza estratégica con el sector tecnológico en un momento crucial para la industria. Meta, Google y Microsoft, compiten en una nueva carrera armamentista en inteligencia artificial. Los tres genios tecnológicos, acumulan un patrimonio combinado de casi un billón de dólares.
El más lejano antecedente de las “cortes”, es el Senado romano, conformado por eminentes patricios que “gracias a sus orígenes familiares, a su condición jurídica de hombres libres y a su enorme patrimonio, podían participar de la vida política”.
Muchos ejecutivos tecnológicos, aportaron millones de dólares en donaciones para la investidura de Trump. Durante el fin de semana, previo a la ceremonia de juramentación, los líderes tecnológicos fueron vistos en Washington D.C. asistiendo a exclusivas fiestas de gala de alta seguridad. Musk asumirá un rol clave en la reestructuración del gobierno, durante la nueva administración. No es un secreto, que las empresas de estos magnates, mantienen contratos millonarios con el gobierno federal.
La advertencia del presidente, Joe Biden, durante su último discurso, sobre que Estados Unidos se está convirtiendo en una “oligarquía” de multimillonarios tecnológicos, se vislumbra como el más importante legado, que el veterano presidente deja al pueblo norteamericano.
La “Ley de Hierro” de la oligarquía, es una teoría política desarrollada por el sociólogo italiano, Robert Michels, en su libro de 1911, Partidos políticos, donde afirma que el gobierno de una élite u oligarquía, es inevitable como una “ley de hierro” dentro de cualquier organización democrática, como parte de las “necesidades tácticas y técnicas” de la organización. La “Ley de Hierro”, establece que todas las formas de organización, independientemente de cuán democráticas puedan ser al principio, eventualmente e inevitablemente desarrollarán tendencias oligárquicas, haciendo así práctica y teóricamente imposible la verdadera democracia.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.