
Fotos: Dalia Reyes Perera
Por: Dalia Reyes Perera*
Mayli Higuera, Coordinadora en Enfermería de la Misión Barrio Adentro en el estado La Guaira, Doctora en esa especialidad y en Ecología del Desarrollo Humano, tiene una historia de amor que la entrelaza con la Misión Médica Cubana en Venezuela.
“Ha sido una experiencia importante, se hace retroalimentación, intercambio de culturas, la enfermería tiene normas universales, pero leyes diferentes para cada país y este intercambio de saberes y de solidaridad ha sido un engranaje entre la parte médica cubana y venezolana”, enfatiza.
Mayli trabaja actualmente en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “Doctora Dora Mercedes González”, ubicado en el Balneario de Catia la Mar, estado La Guaira.
Desde los años 90 del pasado siglo, esta venezolana de pura cepa se vinculó a los especialistas cubanos, justamente cuando esos ángeles del amor y de la vida vinieron a prestar sus servicios ante la tragedia de Vargas, una catástrofe natural ocurrida en diciembre de 1999.
Lluvias torrenciales provocaron en esa fecha el deslave del cerro Ávila e inundaciones con un saldo lamentable. Se calculan unos 30 mil fallecidos, unas 15,000 personas desaparecidas, alrededor de 3,500 millones de dólares en pérdidas, y más de 15,000 viviendas destruidas, entre otros indicadores de dolor.
Allí estaba Mayli, que era una jovencita, y junto a su madre empezó a trabajar como voluntaria para ayudar de múltiples maneras a sus paisanos.
Ella nos cuenta que fue una experiencia inolvidable para su vida, y recuerda que cuando sucedió el desastre natural en 1999 “me inicié como joven activista de la comunidad que sufrió los estragos del deslave, se improvisaron ambulatorios, yo pertenecía al Ejército, y gracias a la Misión Médica Cubana que ingresa al país para ayudarnos, incursioné en la parte de enfermería, trabajando de manera empírica de la mano de ellos, también junto a mi madre, que trabajaba como voluntaria para socorrer a nuestros coterráneos”.
La hoy Gerente General de Enfermería en La Guaira recuerda aquellos años en que decidió estudiar la especialidad, e incorporarse a laborar, con sus hermanos especialistas de la isla en los primeros Centros de Diagnóstico Integral que se inauguraron al amparo del Convenio Cuba-Venezuela.
La Doctora Mayli reconoce los aportes de un proyecto que nació gracias a los sueños de amor de dos Comandantes, Fidel y Chávez.
“La Misión Cubana surge como respuesta al reclamo de nuestra población, que reclamaba una atención gratuita y de calidad, y eso se logró con los hermanos que llegaron desde la isla, comenzó a priorizarse la medicina preventiva a la cual la población no tenía acceso”, recuerda.
La vida le deparó a Mayli otra experiencia desafiante. Un accidente, secuelas en su organismo, y otra vez las manos salvadoras de sus hermanos cubanos.
Sus ojos se nublan cuando evoca aquel accidente automovilístico “que me provocó un accidente cerebro-vascular, quedé con disminución de la movilidad motora, los especialistas no me dieron certeza de que pudiera reincorporarme a la sociedad, a las actividades laborales, sin embargo, gracias a la Misión Médica Cubana tuve fisioterapeutas, un médico fisiatra, un médico de comunidad, enfermeras que siempre estuvieron conmigo, el tiempo estimado de mi recuperación era de cinco años, pero me recuperé en un año y en dos años me reincorporé a todas mis actividades laborales y profesionales, eso jamás lo olvido”.
Es una Misión Médica Cubana que trasciende fronteras y abraza a dos pueblos hermanados para siempre, asevera Mayli, quien subraya con honda emoción: “Ha sido un escalón importante para la continuidad de mi vida, la Misión Médica Cubana no viene solo por la parte misionera, vienen por su calidad humana, es una misión de amor, es el eje principal de cualquier vida, la Misión Médica Cubana es el barco que me ayudó a guiarme para seguir adelante”.
*corresponsal de Radio Habana Cuba en Villa Clara, desde Venezuela