La CIA y la maquinaria de matar presidentes

Editado por Maria Calvo
2025-03-24 11:22:36

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Asesinato de Kennedy

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El mandatario estadounidense Donald Trump materializó, el 18 de marzo, la prometida desclasificación de miles de archivos inéditos sobre el asesinato de John F. Kennedy (jfk).

Según un comunicado de la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, 1 123 documentos se encuentran en línea, de los 80 000 anunciados. El resto está previsto que se suba a la web en los próximos días.

Debemos recordar que el presidente John F. Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963, en una visita a Dallas. En aquel entonces, la Policía arrestó a Lee Harvey Oswald. Dos días después, el propietario de un club nocturno, Jack Ruby, vinculado a la Mafia, mató a Oswald en su traslado a la cárcel.

Se intentó, de inmediato, vincular a Cuba con el crimen; es un propósito sostenido en el tiempo por la contrarrevolución cubana, pese a que, desde el primer momento, quedó clara la inocencia de la Isla. La mayor parte de lo escrutado hasta el momento confirma esta verdad.

«Salen a la luz muchos detalles sobre el trabajo realizado por la cia a nivel mundial para influir en elecciones, sabotear economías y derrocar gobiernos» apunta Peter Kornbluh, analista sénior del Archivo de Seguridad Nacional.

Entre otras cosas, se revela nueva información sobre zr/Rifle, organización creada por la cia en 1961, para el asesinato de líderes extranjeros (¿a los propios también?), así como la obsesión de la Agencia y del poder estadounidense por destruir a la Revolución Cubana.

Los nuevos «detalles» resultan muy interesantes: una página, datada en 1963, reveló que la cia instaló micrófonos ocultos en una casa de seguridad en Maryland, en el cual un grupo de exiliados cubanos se iba a reunir con funcionarios estadounidenses.

El equipo para grabar las conversaciones tenía el objetivo de investigar lo que decían, pues la Agencia sospechaba que había un nuevo programa de la contrarrevolución radicada en ee. uu. que desconocían.

Es posible encontrar en los archivos documentación relacionada con el trabajo de la cia en América Latina, las bases de operaciones en Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Managua, La Paz, Lima, Ciudad de México, Ciudad de Panamá, Río de Janeiro o Quito, creadas para vigilar de cerca la influencia de Cuba y la Unión Soviética en la región.

Los documentos desclasificados también revelan que la cia estaba involucrada en el tráfico de armas.

Un memorando fechado el 30 de junio de 1961, y elaborado por Arthur Schlesinger Jr., uno de los principales colaboradores de Kennedy, titulado «Reorganización de la cia», analiza con minuciosidad la actividad de la Agencia y la falta de supervisión del Gobierno sobre sus actividades.

Schlesinger Jr. advirtió que la cia se estaba convirtiendo en un «Estado dentro del Estado» y cuestionó su actuación en varios países, como Cuba, Indonesia o Vietnam, en los que su papel tuvo consecuencias negativas para la política exterior de Estados Unidos.

MÁS ALLÁ DE LA DUDA RAZONABLE

El libro Más allá de la duda razonable. El asesinato de Kennedy y la inculpación de Cuba, escrito por Fabián Escalante Font, investigador y fundador de los órganos de la Seguridad del Estado de Cuba, constituye una lectura obligada sobre el tema.

Libro El Asesinato de Kennedy y la inculación a Cuba

En el prólogo del libro, Escalante cita una frase del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pronunciada en la Cumbre de las Américas, en Panamá (2015):

«Dónde están los límites que impone el sistema (…) Allá hay una maquinaria que pone presidentes para que le sirvan (…) y si la maquinaria siente que el presidente se desvía, lo asesinan, lo matan como asesinaron a Kennedy», dijo Ortega.

El asesinato del Presidente estadounidense, en 1963, más allá de lo que pueda mostrar la documentación desclasificada, fue resultado de un complot interno organizado por importantes sectores ultraconservadores de ese país.

La trama se enreda y complica en su hilado tenebroso con la cia, la Mafia y la contrarrevolución cubana, vínculos construidos desde la época del «Imperio de La Habana», el paraíso mafioso dirigido por el judío estadounidense Meyer Lansky y el capo Fulgencio Batista, antes de 1959.

Esperemos que esta iniciativa de hacer públicos los archivos del asesinato de Kennedy ayude a desenmascarar a los verdaderos responsables de Dallas y, sobre todo, a quienes permanecen ocultos en la sombra. (Tomado del diario Granma)



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