Mariel: En el vórtice del desarrollo económico cubano

Editado por Julio Pérez
2016-01-15 06:01:13

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Ana Teresa Igarza. Foto: Jose M. Correa, diario Granma

La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), aspira a ser un referente regional en la captación de capital extranjero

A 45 kilómetros al oeste de La Habana avanza un proyecto que busca fomentar el desarrollo económico sostenible de la nación a través de la atracción de inversión extranjera, garantizando la concentración industrial, la innovación tecnológica y la protección del medioambiente.

La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), aspira a ser un referente regional en la captación de capital extranjero, cuyo desarrollo tecnológico propicie producciones y servicios de alto valor agregado en articulación con nuestra economía.

Para acercarse a este proyecto Granma conversó con Ana Teresa Igarza Martínez, directora general de la Oficina de la ZEDM.

—La ZEDM cumplió dos años: ¿cómo va­lora su comienzo?

—En este periodo nos hemos concentrado fundamentalmente en dos elementos: atracción de inversionistas y desarrollo de infraestructuras; por tanto a nivel táctico como estratégico, se ha trazado la estrategia de promoción dirigida a mercados meta y la ejecución del planeamiento regional detallado, lo que nos indicará cómo desarrollar el primer sector de la Zona y estamos pensando en extendernos a dos sectores más.

“Como parte de lo que hicimos a nivel tác­tico, garantizamos que la Zona tenga una co­nexión multimodal: accesos ferroviario y por carretera, y marítimo a través de la Terminal de Contenedores, inaugurada unos meses después de la Zona, además hay que resaltar la proximidad a los aeropuertos.

“Esto propicia al inversionista usar varios tipos de transporte para el traslado de sus mercancías y el personal en función de la Zona.

“Comenzamos con una estrategia de promoción a determinados países, pero sin defi­nir líneas directas o empresas que nos interesa atraer.

“En el último año, a partir del estudio de mercado, logramos determinar cuáles son las empresas del perfil industrial y la actividad que queremos atraer, en función de lo cual definimos las misiones promocionales al exterior, lo que continuaremos en el 2016.

“También contratamos el planeamiento ge­neral detallado del Sector A con la compañía Bouygues Bâtiment Internacional, que debe es­tar concluido este año y armoniza todas las pretensiones iniciales que teníamos de las ubicaciones de las áreas y los desarrollos.

“Por otra parte, la Zona Especial, además de contar con regímenes y políticas particulares, ha logrado agilizar los trámites y eliminar cargas burocráticas. En función de lo anterior, he­mos seguido trabajando estrechamente con los organismos de la Administración Central del Estado y se han emitido normas jurídicas que sustentan nuestra labor.

“También se ha implementado por primera vez en el país el sistema de Ventanilla Única, a través de la cual se realiza toda la tramitación de documentos, licencias, permisos y autorizaciones que requiera el inversionista.

“Este sistema, aunque hoy está solamente sustentado en la estructura de la Oficina, se in­terconecta con todos los organismos que intervienen en la tramitación. Aspiramos a que los organismos puedan estar junto a nosotros en la sede definitiva de la ZEDM, y por tanto el inversionista pueda entrar por una puerta y al salir, tendrá todo tramitado”.

—¿Qué ventajas tiene invertir en la ZEDM?

—La primera y más importante no solo de invertir en la Zona, sino de invertir en Cuba, es la fuerza laboral calificada con que contamos. El carácter universal y gratuito de la educación cubana propicia una fuerza laboral disponible en amplios sectores de la economía para podérsela ofrecer a los inversionistas extranjeros.

“Otro elemento vital es la privilegiada posición geográfica en el centro del mar Caribe y próxima al cruce de los ejes Norte-Sur y Este-Oeste del tráfico marítimo internacional de mer­cancías.

“Ya en la ZED específicamente, están el men­cionado sistema de Ventanilla Única y el ré­gimen especial tributario que es mucho más atractivo que el aplicable al resto de la inversión extranjera en el país.

“El impuesto sobre las utilidades, que en el país oscila entre un 15 % para la inversión ex­tranjera mixta y un 35 % para la de capital 100 % cubano o extranjero, en la Zona las em­presas tendrán una exención impositiva por diez años a partir del inicio de sus operaciones, y posteriormente tributan un 12 %.

“Ello está incentivando a muchas empresas del país a invertir en la Zona. Ya hay tres proyectos con capital 100 % cubano aprobados y otros en fase de preparación de sus expedientes, de las actividades industriales, biotecnología y farmacéutica”.

—¿Cuáles son las empresas aprobadas como usuarias de la ZEDM?

—De las 11 empresas en total aprobadas, las tres empresas con capital cubano son una para servicios logísticos, el Banco Financiero Inter­nacional S.A. y la terminal de contenedores. Esta última contó con un crédito para su construcción, otorgado por el gobierno brasileño al gobierno cubano, y se propone convertirse en importante puerto de trasbordo y centro logístico regional.

“La terminal de contenedores es operada por la compañía PSA International, de Sin­gapur, mediante un contrato de administración por diez años. PSA International es líder mundial en la actividad de trasbordos marítimos y operaciones portuarias en más de 30 países.

“En la Terminal la mayoría del personal es cubano. Se trabaja con mucha fortaleza la ca­pacitación por parte de los expertos extranjeros, quienes ofrecen asesoría bajo un contrato de administración de servicios con una vigencia de diez años.

“Por otra parte, se aprobaron dos empre­sas con capital 100 % mexicano: Richmeat de Cuba S.A. dedicada al procesamiento de productos cárnicos, y Devox Caribe S.A., que producirá pinturas, impermeabilizantes y aditivos.

“También hay dos empresas con capital bel­ga: BDC Log S.A. se dedica a la logística, al arren­damiento de medios de transporte y de equipos de manipulación, y a su mantenimiento y reparación; y BDC Tec S.A., de la in­dustria electrónica, que producirá pizarras eléctricas y sensores de temperatura para la industria, que hoy son importados por el país.

“A su vez, la empresa de capital 100 % español Profood Service producirá jugos, concentrados, bebidas alcohólicas y no alcohólicas.

“Asimismo, la empresa mixta con Brasil, Brascuba Cigarrillos S.A., tiene una experiencia de 20 años en nuestro país y se está redimensionando en su nueva ubicación de la ZEDM, con lo que diversificará sus productos, aumentará su capacidad productiva e incrementará las exportaciones. Brascuba se propone un encadenamiento con la agroindustria nacional y una asistencia técnica que elevará la producción del tabaco Virginia, materia prima para el cigarro rubio. Por sus buenos resultados durante años, la Oficina consideró, y así lo aprobó el Consejo de Ministros, que su vigencia se elevara a 40 años, el doble de lo actual”.

“Desde el inicio del actual año se han aprobado dos nuevos proyectos: la empresa mixta cubano-holandesa Unilever Suchel S.A., que construirá una moderna planta para la producción de artículos de aseo y cuidado personal, limpieza y cuidado del hogar; y la empresa constructora de capital 100 % brasileño Com­panhia de Obras e Infraestrutura S.A. (COI), que brindará servicios constructivos a las em­presas que se establezcan en la Zona”.

—¿Empresas de qué perfil son de interés para la ZEDM?

—La estrategia prevé captar empresas de todas las ramas de la industria para sustituir importaciones y, siempre que sea posible, ge­nerar exportaciones, con prioridad en la biotecnología y la farmacéutica.

“Otros sectores priorizados incluyen las in­dustrias de la electrónica, y de envases y embalajes, hoy con un alto componente de im­por­tación. Igualmente en la ligera para el abastecimiento de productos para la población, la me­talmecánica, la actividad logística y la prestación de servicios. En las industrias alimentaria y agrícola se pretende lograr una cadena agro­industrial que aporte a la autonomía alimenticia de la nación.

“Estamos buscando el establecimiento de empresas constructoras dado el volumen de ejecución de obras que se demanda y la necesidad de adquirir nuevos métodos gerenciales, técnicas constructivas más modernas y equipamiento que permita agilizar las obras.

“Promovemos el establecimiento de instituciones financieras y bancarias, pues al inversionista extranjero le resulta más atractivo te­ner cerca las de su país para que sustenten sus créditos.

“También resulta de interés atraer a desa­rrolladores internacionales, que operarían en la Zona bajo concesión administrativa de áreas a desarrollar y gestionar. Esta modalidad lleva intrínseca la presentación por parte del inversionista de un plan de negocios que incluya su proyección de desarrollo y crecimiento, las in­dustrias que se establecerían en esas áreas y las compañías meta, que por su relevancia in­ter­nacional prestigian la inversión y las zonas es­peciales donde se radican.

“La Oficina está inmersa además en la revisión para su aprobación de nuevos expedientes y en la evaluación de otras experiencias.

“En cuanto al desarrollo de las infraestructuras, se avanzó en la ejecución del vial norte-sur y se inicia la ejecución del vial este-oeste, y ya es­tán listas las parcelas de los primeros inversionistas y continuamos urbanizando el resto”.

—¿Hay empresas estadounidenses interesadas en la ZEDM?

—Existe interés por parte de las empresas de Estados Unidos, pero también mucha preocupación por el tema del bloqueo.

“La empresa Cleber LLC, dedicada a la fa­bricación de maquinarias agrícolas, ya presentó la ficha preliminar de su proyecto ante la Ofi­cina de la ZEDM, pero está a la espera de una autorización por parte de su gobierno de la Ofi­cina de Activos Cubanos (OFAC), para poder pre­sentar oficialmente el expediente de su proyecto para ser evaluado.

“Esto se le informó desde marzo del 2015 e hicieron la solicitud a OFAC en los meses si­guientes, sin que hasta el momento tengamos conocimiento de que se les haya dado la autorización.

“Muchas otras tienen un marcado interés en establecer almacenes para la comercialización de productos y no en la inversión. Nosotros en todos los casos hemos aclarado que este no es el objetivo de la Zona. Nuestro objetivo, y eso se lo decimos no solo a las empresas norteamericanas, sino a todas, es producir.

“Quizá cuando la Zona tenga una madurez de productores establecidos se podrá evaluar la posibilidad, como país, de establecer las llamadas zonas libres, zonas francas o un área de de­pósito establecida. Pero en esta nueva eta­­pa te­nemos la obligación de priorizar el espacio pa­ra el establecimiento de empresas productivas”.

—¿Cuáles son los principales retos para un proyecto como este?

—Nuestra visión es llegar a ser una zona es­pecial de referencia en la región y para eso tenemos varios retos a lo interno y a lo externo.

“Internamente aspiramos a crecer en profesionalidad, de modo que seamos un referente en la atracción de las inversiones y el establecimiento en la zona. Otro reto es que se establezcan empresas que sean líderes en el mundo y  sirvan de motor impulsor a nuestra economía.

“A lo externo hay un reto que no depende de nosotros, sino de la existencia del bloqueo, que es nuestro principal obstáculo ya que mientras exista, muchas de las grandes empresas se van a limitar, ya sea en el tipo de proyecto que van a presentar en cuanto a su alcance o complejidad, o no van a entrar por el temor de ser sancionados y afectar sus negocios o actividades dentro del territorio norteamericano.

“Lo principal en lo cual tenemos que concentrarnos es lograr que la Zona crezca cumpliendo las mejores prácticas, atrayendo a in­versionistas de renombre que la prestigien y ge­neren producciones con valor agregado, y que además preserven el medioambiente”.

—¿Qué impacto tendrá la ZEDM en el proyecto de desarrollo económico y sostenible del país?

—Como expresé antes, uno de los elementos que se prioriza es que el proyecto sustituya una importación o genere una exportación. To­dos los casos de los proyectos que hemos aprobado contribuyen de una forma u otra a am­bos objetivos, y van a ser un pilar fundamental pa­ra crear las condiciones para el salto que re­quiere dar el crecimiento del Producto Inter­no Bruto (PIB) cubano.

“Esto no se percibirá en esta primera etapa porque es la fase de inversión, pero, una vez que comiencen a producir las empresas y esa inversión se recupere, habrá ganancias para el país no solo por los impuestos, sino también por ahorros en fletes, en contrataciones que hoy se ha­cen en el exterior y entonces haríamos acá.

“Asimismo, al estar las producciones más adecuadas a las necesidades de Cuba, no tendríamos que ir a buscar un mercado, sino que aquí los productores acondicionarían su producto a las características del país.

“Otro elemento fundamental es que va a tributar mucho a la superación de la calificación del personal y la generación de empleos con buenas condiciones de trabajo e ingresos”.



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