Por Pedro M. Otero Cabañas
La lluvia y la sequía se dan la mano en un estrecho saludo que enlaza los dos extremos de la larga isla de Cuba. Como se viene informando, un evento de mal tiempo y frentes frìos ha generado lluvias casi permanentes en el extremo occidental cubano desde hace más de 20 días.
En la punta oriental, por el contrario, una tenaz sequía se propone seguir agudizando las penurias de la economía y de una vasta poblaciòn de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo fundamentalamente.
Los movimientos hacia el este de los eventos portadores de lluvias y vientos que se inician en occidente apenas han humedecido la resequedad de las tierras y aportado agua a embalses y al manto freático del oriente.
Datos del Instituto cubano de Recursos Hidráulicos consignan que en este mes de enero las lluvias han caído en abundancia en relación con su media histórica para esta temporada de seca. Las estadísticas indican que en el periodo los pluviómetros registraron 113 por ciento de precipitaciones.
Sin embargo, 48 municipios de la porciòn oriental no han sido beneficados con el agua de lluvia. En este sentido las fuente aseguraron que en todo el paìs los embalses se hallan cubiertos solo en un 53 por ciento de su capacidad.
En relación con aquellos depósitos que entregan el agua dulce a la población, se mantienen al 57 % de la capacidad, con un embalse seco, 11 con menos del 25% y 36 con menos del 50%. La ciudad màs afectada sigue siendo Santiago de Cuba, la segunda en importancia del paìs, con una poblaciòn superior a los 600 mil habitantes.
En muchos barrios de esa urbe la entrega de agua se extiende a 12 y 15 días, lo que obliga a la población a almacenarla en tanques y otros depósitos. Aún así no es suficiente para cubrir todas las nececidades. Por ello camiones -pipas se mueven por la ciudad llevando el vital lìquido a los lugares menos favorecidos.
En Santiago de Cuba, les recuerdo, se construye una planta desanilizadora de agua de mar que ayudará a aliviar este crónico evento de sequía que padece.
Parejamente las autoridades locales están implementando medidas para privilegiar el ahorro y racionalizar el agua. Hace poco más de un año se cambió casi totalmente la red de acueductos. Ahora se trabaja por metrar el consumo en industrias y viviendas a fin de reducir al mínimo o erradicar el uso irracional del agua potable.
De modo que en el caso de Cuba la naturaleza se vuelve pròdiga en el occidente y lastimosamente conservadora en el oriente.
Eventos tan diferentes y separados entre sì por unos 500 kilómetros tienes su origen en las volubilidades del Niño u Oscilación Sur y el CC, según consideran los expertos.
Para mayores tribulaciones, el oriente cubano, escenario de tantas gestas épicas de la nación, es ademàs foco de un inusitado periodo sísmico, que ha generado casi 900 temblores de tierra en apenas una semana, de ellos más de 20 perceptibles.
Pero confiamos en que la situación meteorológica y sísmica vuelvan a su normalidad sin mayores consecuencias para la vida de las personas y el desarrollo económico y social de Cuba y que las conocidas virtudes de clima cubano prevalezcan para privilegio de sus habitantes y de los millones de extranjeros que cada año la visitan.