Carta del Embajador de Cuba en Austria, Juan Antonio Fernández, al periodista Josef Votzi y al Jefe Redactor del Diario “Kurier”, Helmut Brandstätter, en respuesta a manipulaciones hechas a raíz de la visita del presidente austríaco Heinz Fischer a la mayor isla de Las Antillas.
Sr. Josef Votzi
Sr. Helmut Brandstätter
No escribo con frecuencia a los diarios ni a sus periodistas. Intento leer todo lo que puedo y saco mis propios juicios, de los medios, y de quienes en estos escriben.
Seguí con avidez casi todo lo que publicaron los medios austríacos en ocasión de la visita del Presidente Federal Heinz Fischer a Cuba. En general constaté objetividad y rigor en la diversidad de puntos de vista, lo cual es sano para la prensa, pero sobre todo para el público lector.
No podría decir eso, sin embargo, respecto al artículo titulado “RDA con vista al mar y vagas expectativas” (Kurier, 4 de marzo de 2016, http://bit.ly/1QpvFoi). Por el contrario tuve la impresión de estar leyendo un viejo artículo, de algún periódico occidental, publicado en la década de los 70 del pasado siglo.
Comparaciones indeseadas cuando no forzadas, prejuicios ideológicos y un duro e innecesario lenguaje, más pertinente para los tiempos de la guerra fría que para el mundo en qué vivimos.
O usted no tuvo tiempo para entender - ni antes ni durante la visita, que fue corta, ciertamente- o sencillamente cargó con su libreto hecho -quizás- antes de abordar el avión rumbo a La Habana.
Usted habla de “miedo y paranoia” en Cuba y le achaca al “régimen” temer a la comunicación incontrolada y a Internet.
Obviamente usted no caminó por nuestras calles, no se cortó el pelo en ninguna barbería, ni navegó por la rica blogósfera cubana. Lo que el "régimen" -como usted dice- no tiene son los recursos suficientes para posibilitar tecnológicamente un acceso masivo a Internet.
Usted dice que los cubanos (cabría ver quiénes y dónde, según la orilla política) dividen las décadas pasadas en “antes de Castro” y “después de Castro”.
Parece que más bien usted decidió reportar la visita desde la otra orilla, no desde la Habana. Nosotros hacemos otra división: antes de la Revolución y después de la Revolución.
Según usted el AC se asocia a las lujosas fachadas del puerto y la Habana Colonial, y el DC a una economía de escaseces y desmoronamiento. Pues mire usted que el antes de la Revolución lo asociamos al latrocinio y la corrupción, al analfabetismo y la insalubridad, a una dictadura sangrienta que enlutó a las familias cubanas con sus brutales crímenes y torturas.
El después de la Revolución lo asociamos a la libertad, al orgullo de tener patria con independencia, a la búsqueda incansable de la justicia social, a la resistencia firme frente al más largo y cruel bloqueo que haya padecido pueblo alguno, al haber alcanzado los más elevados índices en materia de educación, salud, deporte y seguridad para todos, en las condiciones de un país pequeño, subdesarrollado y bloqueado.
Por cierto, eso no lo digo solo yo. Lo dicen los organismos internacionales de las Naciones Unidas.
Por último, desafortunado el título. Aunque compartimos el sueño de construir una sociedad mejor, más justa y solidaria, y por ello enfrentamos al mismo acérrimo enemigo; Cuba no fue, no es, ni será la RDA por una sencilla razón: la RDA se derrumbó al compás de la caída del famoso Muro, mientras Cuba sigue en pie, a pesar del mas inmenso Muro del bloqueo puesto a su alrededor desde hace más de 50 años que por cierto, también se desmorona.
Por todas esas razones y muchas otras más es que hemos llegado victoriosos aquí, y no tenemos la más mínima intención de claudicar ni abandonar el camino. Buscaremos alcanzar toda la justicia con un Socialismo prospero y sostenible para todos los cubanos.
Viena, 8 de marzo de 2016
Juan Antonio Fernández
Embajador
Nota: Si la libertad de prensa y expresión lo permite, agradecería infinitamente su publicación.
(Tomado de Cubadiplomática)