por Nicanor León Cotayo
Muy divulgado cuando se trata de atroces salvajadas como la sucedida recientemente en Orlando, Florida. Pobremente dado a conocer, e incluso silenciado, en los casos de frecuentes masacres en sus calles.
De acuerdo al Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades, que radica en Atlanta, cada año fallecen allí como promedio 32 000 personas víctimas de disparos de armas.
Un periodista de Diario Las Américas, Adriel Reyes, afirmó este lunes que solo en el año 2013 hubo 33 636 asesinatos a balazos, o sea, “cerca de 90 víctimas diarias”.
Reyes acepta que el medio centenar de víctimas en un club gay de Orlando representa algo trágico.
Incluso agrega, la mayor masacre en la historia de Estados Unidos, pero, subraya, una desdicha superior tiene lugar a causa de las armas en las calles, “y muy pocos hablan de ella”.
A esa mortal estadística cuelgan otro dato sombrío: Más del 60 por ciento de estos casos “fueron suicidios”.
Por si todo lo escrito aún no fuera suficiente, el periodista revela que han muerto más estadounidenses por disparos de armas de fuego en su país que los caídos en guerras o en ataques terroristas.
La tasa de muertes por violencia relacionada con armas en Estados Unidos no tiene comparación en el resto del mundo.
Diario las Américas citó un tweet de Obama donde, solo a manera de ejemplo, señala que los estadounidenses tienen 297 más probabilidades de matarse entre ellos mismos con armas de fuego que los japoneses, 49 más que un francés, 33 más que un israelí.
Es interesante preguntarse por qué si la mayoría de la nación aprueba que se apliquen controles para la venta de armas, aún no se ha aprobado una legislación sobre el tema.
Vale aclararlo una vez más, debido a que multimillonarias corporaciones, al estilo de la Asociación Nacional del Rifle y sus beneficiados en el Capitolio de Washington, no lo permiten.
En muchos estados, incluida la Florida, no exigen antecedentes para vender armas a sus compradores.
Más de 2 000 personas que por distintas razones controla el FBI tienen armas de fuego, o sea, el 91 por ciento de los sospechosos de terrorismo.
Varios medios, entre ellos el sitio “Sopitas.com”, han denunciado la preferencia dada en la sociedad estadounidense a las llamadas guns store (tienda de armas).
En Estados Unidos, dijo este lunes el referido sitio, “hay más puntos de venta de armas que restaurantes”.
Sabemos que allí es bastante sencillo hacerse de un arma, pero realmente no teníamos idea de que hubiera tantos lugares para conseguir una.
Se van por encima, incluso, de los registrados como restaurantes de comida rápida, cafeterías y tiendas de comestibles en todo el país.
Y eso, en gran medida, explica que sea más fácil la explosión de hechos monstruosos al estilo del acaecido en un club nocturno del floridano Orlando.