por Nicanor León Cotayo
El año pasado casi el 33% de los estadounidenses pagaron en medicamentos unos 2 000 millones de dólares extras. Se trata solo de los que durante ese período tomaron con frecuencia.
Una periodista de Diario Las Américas, Laura Rivera, se preguntó este jueves:
¿A qué se debe el agresivo aumento del costo de medicinas?
Recordó que en Estados Unidos gigantescas corporaciones farmacéuticas tratan de obtener aún más ganancias.
Y al mismo tiempo, agregó, la gente padece una vertiginosa subida en el costo de los medicamentos.
“Los estadounidenses se sienten exprimidos por la especulación corporativa”, apuntó.
La editora jefe de Consumer Reports Best Buy Drugs, Lisa Gill, escribió que el ataque al bolsillo de esto se refleja en casi todas las facetas de su vida.
Ella incluye al respecto, desde los planes de jubilación, el tiempo con la familia, hasta las compras de alimentos.
Su investigación prioriza a las fuerzas de usura que trabajan contra la clientela permitiendo que la mayoría de los costos de las medicinas no sean regulados ni tengan limites.
De acuerdo a Gill, consumidores admitieron que a veces hicieron suyas decisiones muy difíciles, “como escoger entre comprar medicamentos y alimentos o renunciar a otro tipo de asistencia médica”.
Personas entrevistadas admitieron haber tomado distintas medidas para ahorrar dinero en la compra de sus medicamentos.
Diario Las Américas enumeró este jueves algunas de ellas, por ejemplo:
El 33% de quienes participaron en el sondeo hizo caso omiso a lo indicado en sus recetas.
Igual actuó el 47% de los que encararon un aumento de precios en su medicina con receta médica.
Entre el 18 y 28% aplazó su visita al galeno debido al costo de esos productos.
La misma causa del precio alejó entre el 14 y el 23% de los pacientes de hacerse pruebas y demás procedimientos médicos.
Entre el 12 y 19% prefirió arriesgarse e incluso llegó a tomar algunos caducos.
Por ahorrar dinero una cifra que oscila entre el 10 y 17% no tomó la dosis programada o un medicamento prescrito sin las indicaciones del farmacéutico o de su médico.
En el último año, los consumidores tomaron las siguientes medidas para abonar sus medicamentos con receta médica:
Gastaron menos en recreación, en comer fuera (24%) actualmente toman medicamento con receta 38% de los que experimentaron un aumento de precios.
Aplazaron el pago de otras facturas (alrededor del 11 y 19%).
Retrasaron los planes de jubilación para mantener su cobertura de seguro de salud (entre el 6 y 10%).
¿Y cuándo suceden las nuevas calamidades? En medio de graves dificultades que siguen golpeando a un número cada vez más alto de estadounidenses.
Baste echar un vistazo a sus maltratados presupuestos en las áreas de salud pública, educación y seguridad social, para tener una idea de hasta dónde han sido heridos allí los bolsillos de millones.
De ahí que resulte un sarcasmo la situación del precio de sus medicinas, por las nubes y más allá de estas.
Y lo más duro, esa otra honda llaga social tampoco tiene una verdadera solución en Estados Unidos.
Forma parte del horizonte diario de su curiosa democracia y de sus sacrosantos derechos humanos.
(Tomado de CubaSí)