British Exit (Brexit): El desunido reino de la Gran Bretaña

Editado por Maria Calvo
2016-07-11 11:25:21

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 por Arnaldo Musa

Entes legislativos y judiciales de Gran Bretaña informaron hace unas horas que no habrá un nuevo referendo sobre la salida de esa nación de la Unión Europea, ruptura que será firme dentro de dos años, y que concretará el mayoritario apoyo que recibió la medida el 23 de junio último. Empero, esta no es necesariamente la última palabra, como veremos más adelante.

Lo cierto es que las diversas fuerzas de extrema derecha que emergen desde hace algún tiempo bastante fortalecidas no solo en territorio británico, sino en Francia, Holanda, Alemania, etcétera, han señalado que ahora es la oportunidad de que cada país decida el destino que le dé la gana, sin aceptar emigrantes a la fuerza, ni tener que pagar las deudas de los demás.

En el caso específico británico, se debe apuntar que el apoyo a la ruptura de unas regiones y el rechazo en otras revela disensiones sociales, así como que son muy disímiles los argumentos a manejar para conocer el porqué se llegó a votar por la salida, en forma no tan amplia, pienso, un 52% por 48%, pero ventaja al fin y al cabo.

Al leer varios argumentos de expertos acerca del hecho, noto que no se menciona mucho que la propia Unión Europea  no ha cumplido consecuentemente con sus estatutos, que ha dejado predominar (como es natural en el capitalismo) a los más poderosos por encima de quienes menos tienen, sobretodo a partir de la crisis del 2008 incoada en Estados Unidos.

La cuestión de la emigración hay que verla en dimensiones diferentes, porque, a la vez que hay migrantes que han contribuido al bienestar nacional, otros son vistos  como seres que les quitan el trabajo (debido a que es una mano de obra barata), a lo que se añade el marcado acento racista que prevalece contra los árabes, indios y africanos, y la religión musulmana en particular.

Inglaterra y Gales votaron abrumadoramente por el Brexit, mientras Irlanda del Norte, Escocia y Gibraltar lo hicieron por la `permanencia, lo cual corrobora el problema de las clases sociales.

En fin, es un “galimatías” o algo difícil de entender, así como resolver y verlo solo con un único lente, ya que ancestralmente cuando por fin se llegó a integrar, el Reino Unido siempre mantuvo una distancia de las otras naciones del continente.

DESANDANDO

El Reino Unido se adhirió a la Comunidad Económica Europea, comúnmente denominada por los británicos como el “Mercado Común”, el 1 de enero de 1973, bajo el gobierno conservador de Edward Heath. El Partido Laborista, liderado en la oposición por Harold Wilson, concurrió a las elecciones generales de octubre de 1974 con el objetivo de renegociar los términos de pertenencia del Reino Unido a la CEE y, posteriormente, celebrar un referendo sobre la permanencia en la misma en función de los nuevos términos, que tuvo lugar el 5 de junio de 1975 y que logró un amplio apoyo (67,2% por 32,8%) por la permanencia.

Sin embargo, hubo fracturas internas significativas entre los laboristas (en aquel momento el partido gobernante), dado que sus militantes habían votado a favor de la salida en una conferencia celebrada el 26 de abril de 1975. Puesto que el gobierno estaba dividido entre acérrimos proeuropeos y antieuropeos, Harold Wilson autorizó que sus ministros hicieran campaña pública en favor de cualquiera de las dos opciones. En total, solo siete de los 32 miembros del gobierno se opusieron a la pertenencia a la CEE.

En cuanto al referendo del 23 de junio último, este se celebró  porque el primer ministro David Cameron lo prometió si ganaba las elecciones del 2015. Hizo campaña por el Sí a Europa, aunque no todos en su partido estuvieron a favor. Por su parte, Barack Obama y los líderes europeos también se sumaron a la permanencia de Reino Unido. Además, diferentes magnates, como Richard Branson, la patronal automovilística y diez premios Nobel apoyaron esta vertiente.
Las amenazas no tardaron en llegar: la Unión Europea es el principal socio comercial de Gran Bretaña, por lo que su salida supondría un golpe para las finanzas y una recesión económica en el país. Además de que se considera  la llegada de inmigrantes, la mayoría jóvenes, y la ayuda a favorecer el crecimiento económico.

Entre las consecuencias más inmediatas estuvo la dimisión del primer ministro británico, David Cameron, quien estuvo a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE, aunque permanecerá en el cargo hasta el próximo congreso nacional del Partido Conservador, el 2 de octubre venidero.

Por otra parte, el resultado del referéndum no es vinculante, ya que para iniciar el proceso de salida de la Unión Europea, el Parlamento del Reino Unido tendrá que derogar una serie de leyes, entre ellas, el European Communities Act de 1972, y tanto la Cámara de los Lores como la Cámara de los Comunes podrían echar abajo cualquier iniciativa en este sentido.

Asimismo,  si se acordara adelantar las próximas elecciones generales, previstas para el 2020, podría resultar ganador un partido con la promesa de mantener al Reino Unido en la UE, con el argumento de que un resultado en este tipo de comicios es más vinculante que los resultados de un referendo.

De todas maneras queda mucho por andar, aunque ya Alemania y Francia, resentidas, están agilizando los trámites que corresponden a la separación.







(Tomado de CubaSí)



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