Por Martha Ríos
En este capítulo realizaré una pequeña incursión por la trayectoria estudiantil del más universal de los cubanos. Les comentaré de su tránsito por instituciones docentes, desde los seis años de edad a los 21, o sea, entre 1859 y 1874.
No quiere esto decir que su aprendizaje tuvo límites, al contrario, hasta el día de su muerte, ocurrida el 19 de mayo de 1895, a los 42 años, fue un estudioso impenitente, de todo.
“El periodista ha de saber desde la nube hasta el microbio”, solía afirmar quien dedicó gran parte de su vida a esa profesión, aunque también se desempeñó en el magisterio, fue traductor, crítico de arte…
Sus ansias insaciables de conocimientos, unidas a su talento innato, hicieron que brillara, bien por su oratoria, bien por su pluma, tenida por excelsa en la Hispanoamérica del siglo XIX, cuando de eruditos preñada estaba la centuria.
Audio