Por: Susana del Calvo
El 2024 ha sido un año difícil para Cuba por todas las dificultades internas y externas, fenómenos atmosféricos y el bloqueo comercial y financiero de Estados Unidos que tiene un muy negativo impacto en el campo de la salud.
Por esta última razón, el país ha enfrentado innumerables escollos para adquirir tecnologías, materias primas, reactivos, medios diagnósticos, dispositivos, medicamentos, equipos y piezas de repuesto. De ahí que, como ha venido sucediendo en los últimos años, se haya visto obligado a comprar fármacos, equipos e insumos en otros mercados geográficamente lejanos o a través de terceros países con el consecuente incremento de los costos.
En la última década se ha producido la ruptura con varias empresas para la llegada de donaciones y la compra de productos con más de 10 % de componentes de origen estadounidense, entre otros obstáculos.
A pesar de todas estas dificultades, en 2024 la mortalidad infantil siguió bajando luego del alza por la pandemia de la Covid 19. En estos momentos está en alrededor de 7 por cada mil nacidos vivos.
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De igual forma la esperanza de vida se mantiene en 75 años en los hombres y 80 en las mujeres y se desarrolla un programa de atención especial para los adultos mayores como respuesta a una población envejecida.
Se han mantenido 4 programas priorizados: materno infantil, enfermedades crónicas no trasmisibles, afecciones trasmisibles y atención al adulto mayor.
Uno de los mayores logros este año fue la inmunización de toda la población menor de dos años con la vacuna antineumogocóccica y pneumosil, que protege contra 10 serotipos de la bacterias neumococo que pueden llevar a un desenlace fatal. La vacuna se obtuvo a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud.
Cuba se caracteriza por una alta calificación de la docencia médica donde desde sus inicios se unen el nivel científico con la práctica. Bajo estas concepciones se han formado más de 31 mil profesionales provenientes de 122 países.
La bio-medicina es un campo interdisciplinario que este año se ha fortalecido mediante la rigurosa aplicación de los principios de la biología y la medicina para comprender los procesos biológicos subyacentes a las enfermedades humanas y desarrollar estrategias para su diagnóstico tratamiento y prevención.
Tres reconocidas instituciones cubanas prestigian esta rama: el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, con productos biomédicos destinados al tratamiento de varias enfermedades; el Instituto Finlay, de vacunas, donde se destaca la quimio Vio y la Soberana contra la Covid 19 y produce 7 de las doce vacunas aplicadas en el Sistema Nacional de Salud; y Labiofam, una empresa que desarrolla 160 proyectos de investigación y obtiene productos homeopáticos para la salud humana.
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La colaboración médica cubana continuó con éxito en 2024 en más de 40 países.
También en 2024 se produjo un discreto aumento salarial para los profesionales y demás trabajadores cubanos de la salud. Este sector recibe un 26% del gasto total presupuestario, unos 60 mil millones de pesos.
El presupuesto está en condiciones muy adversas, marcado por una economía con un crecimiento muy discreto y que no obtiene los ingresos necesarios para respaldar el gasto social.
A pesar de esto, se decidió apoyar una justa y necesaria medida para el sector de la salud y otros de repercusión social, ante la necesidad de estabilizar la fuerza laboral especializada en esos sectores para mejorar la calidad de vida.
En el año el sector de la salud contabiliza a más de 409 mil trabajadores, de los que 279 mil 429 son profesionales, incluidos universitarios, técnicos de nivel superior y medio, además de 130 mil trabajadores administrativos, operarios y de servicios, que también juegan un papel muy importante en los servicios que diariamente recibe la población.