REMEBRANZAS. Amalia Simoni Argilagos (+Fotos y Video)

Édité par Martha Ríos
2020-01-22 22:58:25

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Amalia nació el 10 de junio de 1842. Foto: Radio Enciclopedia

Por Martha Ríos

El 23 de enero de 1918 fue un día luctuoso para Cuba. A los 75 años de edad fallecía en La Habana, la patriota Amalia Simoni Argilagos, el sempiterno amor del Mayor General del Ejército Libertador, Ignacio Agramonte y Loynaz.

Amalia pertenecía a una acaudalada familia de Puerto Príncipe, actual provincia de Camagüey, en el centro-oriente del país, donde recibió refinada educación que luego completó en París, Roma y Florencia con prestigiosos profesores.

La música era su vocación y la desarrolló en esas ciudades de Europa. Allí, además, perfeccionó sus conocimientos de inglés, francés e italiano.

Poco más de 20 años tenía la muchacha cuando regresó a su terruño hecha  toda una soprano y profesora.

El amor por el joven y apuesto abogado, coterráneo suyo, nació fuerte de pasión. El 1ro de agosto de 1868, aquella unión que se selló en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, robusteció sus sentimientos independentistas.

Pocos días después de que Cuba le declarara la guerra a España (10 de octubre de 1868) para terminar con el régimen colonial que le imponía, Agramonte marchó a la manigua a donde lo siguió su esposa, y el 26 de mayo de 1869 nació Ernesto, el primogénito de la pareja mambisa.

Pasaron muchas penurias. Hasta prisión sufrió Amalia, y luego el dolor de dejar atrás a su amado y partir al exilio en Nueva York, EE.UU., embarazada, y con el niño pequeño.

Foto tomada de Juventud Rebelde

Allá nació Herminia, que Ignacio no conoció porque cayó en combate el 11 de mayo de 1873, en los potreros de Jimaguayú.

En la nación norteña la valiente cubana quedó sola con sus hijos y las amorosas cartas de él. Fueron ellos y el arte los  que la devolvieron a la vida.

Impartió clases de canto y música en teatros e iglesias, e hizo conciertos con lo cual también contribuyó económicamente a la Guerra Necesaria (1895-1898), que José Martí preparó desde la ciudad neoyorkina para liberar a Cuba de la metrópoli española.

Video tomado de Youtube

Tanto la admiraba el Apóstol de nuestra independencia que el 25 de junio de 1892 en el periódico Patria escribió:

“Por la dignidad y fortaleza de su vida; por su inteligencia rara y su modestia y gran cultura; por el cariño ternísimo y conmovedor con que acompaña y guía en el mundo a sus dos hijos, los hijos del héroe, respeta Patria y admira a la señora Amalia Simoni, la viuda de Ignacio Agramonte”.

Comentan con certeza que al terminar la guerra, Amalia regresó a Cuba y se afilió a la Junta Patriótica que luchó contra la primera intervención norteamericana en la Isla (entre el 1ro de enero de 1899 y el 20 de mayo de 1902) y se opuso a la Enmienda Platt (1901).

En 1909, Amalia con sus nietos. Foto: Archivo

Fiel a sus ideales y apasionada por la música pasó sus últimos años en La Habana. Sus restos reposan desde el 1ro. de diciembre de 1991 en su natal Camagüey, como era su deseo.

 

 



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