Batey Jaronú, Monumento Nacional (+Fotos)

Édité par Maria Calvo
2021-12-27 08:10:18

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Batey Jaronú

por Miguel Febles Hernández

El antiguo central Jaronú, hoy Empresa Agroindustrial Azucarera Brasil, y el batey aledaño, arribaron este 26 de diciembre de 2021, a los cien años de existencia, vinculada casi desde su creación a las luchas por los derechos obreros en un sector que es parte misma de la historia e identidad cultural de la nación.

Batey Jaronú. Foto: Rodolfo Blanco

La comunidad vive hoy momentos de genuina alegría, pues sus pobladores se saben protagonistas de profundas transformaciones económicas y sociales que tienen lugar en la demarcación, dirigidas a consolidar dos programas de carácter estratégico: el cañero-azucarero y el turístico.

El reto está claro: urge incrementar las plantaciones cañeras para que el central Brasil logre entrar en operaciones y servir, además, de retaguardia segura en la ejecución del proyecto de desarrollo hotelero que hoy tiene lugar en los cayos del norte de la provincia, enlazados con tierra firme por un extenso pedraplén.

Batey Jaronú. Foto: Rodolfo Blanco

El conjunto, declarado Monumento Nacional en 2008, está conformado por el central azucarero, reconocido como el más moderno de su época, y el batey originario, construido entre 1919 y 1921, ejemplo de urbanización y coherencia en los espacios públicos, con una arquitectura de fuerte influencia del sur de Estados Unidos.

Tras un siglo de historia, el lugar ha mantenido un alto grado de integridad y autenticidad, bajo el concepto de poblado jardín, donde armonizan las viviendas de mampostería y las tejas francesas, unificadas bajo una misma línea arquitectónica, con el verde follaje de los árboles y palmeras en parques y aceras.

Tales valores casi desaparecieron de la noche a la mañana en 2017 ante la furia del huracán Irma, que vino a trastocar en cuestión de horas la vida apacible de los pobladores del batey, para convertir el lugar en un verdadero destrozo debido a los cuantiosos daños que ocasionó en el fondo habitacional y en la infraestructura.

Batey Jaronú. Foto: Rodolfo Blanco

El llamado a salvar Jaronú se tradujo en una gigantesca movilización de constructores que en cuestión de varios meses lograron emerger al batey de las ruinas y devolverle la prestancia de antaño, toda una proeza que le hizo merecer en 2018 el Premio Nacional de Restauración.

Desde entonces, sus habitantes, junto a las autoridades locales, se han volcado de lleno a la preservación de tan apreciable patrimonio por sus valores históricos y arquitectónicos, que lo convierten en uno de los sitios mejor conservados de los centrales azucareros de Cuba. (Tomado de Granma digital)



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