Por Iris Armas Padrino
A casi 58 años del triunfo revolucionario y de la implementación de los primeros programas sanitarios, los logros de Cuba en la salud son una muestra más que elocuente del pleno disfrute de los derechos humanos.
Ejemplo de ello lo constituye la cobertura universal, accesible y gratuita para toda la población cubana, al disponer de un médico y una enfermera de la familia, programa ideado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en enero de 1984, el cual ha contribuido notablemente a los avances que hoy exhibe el país.
Desde que el niño viene al mundo se inmuniza contra 13 enfermedades prevenibles con la aplicación de 11 vacunas, de las que ocho son de producción nacional.
Ello ha propiciado que durante ocho años consecutivos la tasa de mortalidad infantil se ha mantenido por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos, y la mortalidad materna el último año fue de 41,6 por 100 mil nacidos vivos, según el Ministerio de Salud Pública.
El 19,4 por ciento de la población tiene más de 60 años y la esperanza de vida al nacer es de 78,45 años.
Los programas de Salud Pública abarcan desde la atención primaria, materno infantil, al adulto mayor, enfermedades crónicas no transmisibles, dolencias transmisibles, hasta los de tecnología de punta y el desarrollo de institutos de investigaciones, entre otros.
Cuba este año mantuvo el cumplimiento de los indicadores que la convirtieron en 2015 en el primer país en obtener la certificación de la Organización Mundial de la Salud, por la erradicación de la trasmisión vertical del VIH/sida y la sífilis de la madre al bebé.
Además, destacan la introducción y extensión de nuevas tecnologías en la Industria Médico-Farmacéutica y Biotecnológica que ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes, y el desarrollo de vacunas con un papel preponderante en los programas de prevención y cura de enfermedades.
Actualmente, en Cuba existen 151 hospitales, 451 policlínicos, 10 mil 782 consultorios del Médico de la Familia y 25 facultades de ciencias médicas.
También el territorio cuenta con 49 servicios de geriatría, 265 casas de abuelos y 147 hogares de ancianos, para la atención al adulto mayor.
La Mayor nación de las Antillas ha sabido promover la solidaridad y la cooperación internacional, compartiendo lo que tiene y no lo que le sobra, con la convicción de que un mundo mejor para todos, es posible, como reiterara el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el salubrista mayor.
Actualmente las misiones solidarias se extienden por 65 naciones y revisten un carácter único. Ningún otro territorio del mundo, ni siquiera los más desarrollados, ha tejido semejante red de colaboración humanitaria en el planeta.
Desde la primera brigada médica que partió a Chile en 1960, luego de un devastador terremoto, más de 325 mil colaboradores de la salud cubanos y otro personal sanitario han actuado voluntariamente en unos 160 países.
Bastaría recordar algunos fragmentos de las apreciaciones y formulaciones conceptuales del líder de la Revolución Cubana sobre los derechos humanos, publicadas en el libro Un grano de maíz, del Comandante nicaragüense Tomás Borge, en 1992.
“Si tú piensas que en Cuba se le ha dado a cada ser humano que nace una real y absoluta igualdad de oportunidades para el más pleno desarrollo físico e intelectual, sin discriminación de sexo o de raza, y este beneficio alcanza por igual a todos, sin diferencias entre ricos y pobres, explotadores y explotados, ¿habrá hecho algún país más que nosotros por los derechos humanos?
“Cuando realmente tú has creado una conciencia solidaria, una conciencia de fraternidad, de hermandad entre los hombres, como se ha creado en nuestro país con la Revolución y el socialismo, ¿habrá algún país que haya hecho más por los derechos humanos que lo que hemos hecho nosotros?”.
Más claro no puede ser. ¿Quién puede dudar ahora que en Cuba existen derechos humanos plenos?
(Tomado de la ACN)