por María Josefina Arce

El desarrollo de la biotecnología en Cuba despierta el interés de otras naciones, que ven en los novedosos medicamentos cubanos una opción válida y eficaz en el tratamiento de determinadas dolencias.

Ese es el caso de Rusia, un país con el que la Mayor de las Antillas mantiene desde hace décadas históricos lazos de amistad y cooperación en diversas ramas y que hoy busca ampliar estos nexos en el área de la industria farmacéutica.

Para las autoridades y científicos rusos “Cuba es un ejemplo que asombra, por el éxito de sus investigaciones científicas”, teniendo en cuenta que es un pequeño país, bloqueado desde hace más de medio siglo.

De hecho durante una exposición especial en el marco de la Semana de la Salud en Rusia, efectuada en diciembre pasado en Moscú, se pudo conocer que de los 849 fármacos que necesita Cuba, el grupo empresarial Biocubafarma produce 525, mientras tiene registrados más de 890 en todo el mundo.

Además, posee diferentes niveles de cooperación en transferencia tecnológica, producción mixta o exportación con naciones como China, Venezuela, la India, Sudáfrica, Irán y Nicaragua, entre otras.

Ya el pasado año la Fundación Skólkovo, de Rusia, y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, de Cuba, suscribieron cuatro memorandos de entendimiento para desarrollar proyectos conjuntos en el campo de la oncología y la bioinformática.

En el caso de la oncología son iniciativas asociadas a terapéuticas, a generar productos que propicien una terapia efectiva del cáncer y permitan prolongar la vida con calidad de los pacientes con esa enfermedad.

En opinión de los directivos de la institución rusa, creada y financiada por el gobierno, es extraordinario la firma de esos acuerdos y estimaron que, aunque las relaciones ruso-cubanas siempre han sido abiertas y de asistencia mutua, a partir de ese momento adquieren un nuevo carácter.

Por demás, el Heberprot-P, un fármaco producto del desarrollo de la biotecnología cubana, fue incluido desde septiembre de 2015 en el Listado de Medicamentos Esenciales y Vitales por la Comisión Especializada del Ministerio de Salud de Rusia. El medicamento es de gran eficacia en la lucha contra las amputaciones provocadas por úlcera de pie diabético y en la actualidad se emplea en numerosas naciones, posibilitando mejorar la calidad de vida de esos pacientes.

Las autoridades rusas han destacado la calidad y eficacia de los productos cubanos biotecnológicos que hoy se comercializan en diversas latitudes del planeta y abogan por una mayor presencia en su país de este tipo de fármacos producidos en el archipìélago.

De ahí que califiquen de amplias las perspectivas de desarrollo de las relaciones entre Cuba y Rusia en la esfera de la medicina.

Innegables son los avances de la biotecnología cubana, gracias a la voluntad del gobierno cubano y de la visión del líder histórico de la Revolución Fidel Castro, para invertir en esta esfera, tanto en infraestructura como recursos humanos, y concederle a la ciencia el lugar que le corresponde en el desarrollo económico del país y en el cuidado de la salud de todos los cubanos.