Represores argentinos quedarán en los calabozos

Édité par Jessica Arroyo Malvarez
2017-12-01 08:52:06

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Foto: Internet

Por Roberto Morejón

Tarde, pero al fin llegó la justicia en Argentina para los genocidas creadores de los macabros “vuelos de la muerte”, durante la etapa de la dictadura militar, condenados ahora a cadena perpetua.

Veintinueve de 54 acusados recibieron esa sentencia y los restantes diversas penas de cárcel al cabo de la causa judicial de derechos humanos más importante de Argentina, extendida durante cinco años para conocer testimonios de 800 testigos.

Como es natural la sociedad argentina que vivió en carne propia la represión de los militares entre mil 976 y mil 983, estalló en júbilo al conocer las condenas, aunque ese sentimiento esta mediatizado por el abatimiento ante el recuerdo de las víctimas.

La totalidad de los argentinos torturados, sometidos a dopaje y luego lanzados al vacío desde los “vuelos de la muerte” NO sobrevivió para acusar a sus verdugos, pero sí lo hicieron familiares y otras personas relacionadas con esa tenebrosa forma de exterminio de opositores.

La historia argentina recoge la impresionante trayectoria de la ESMA, Escuela Mecánica de la Armada, donde los militares recluían a los detenidos, después considerados como desaparecidos, hasta una cifra de 30 mil.

Se trata de crímenes de lesa humanidad con una especial aberración de los autores intelectuales de los “vuelos de la muerte”, ahora presentes, encanecidos, en la sala donde se dio a conocer las sentencias.

NO se escucharon arrepentimientos, aunque los confabulados prefirieron esquivar la mirada acusadora de los familiares de las víctimas y los gritos que los tildaban de asesinos y violadores.

Si bien son profusas las crónicas periodísticas de la jornada judicial en Buenos Aires, es difícil hallar en ellas denuncias del contubernio de las administraciones de Estados Unidos con las juntas militares que sembraron el terror en el Cono Sur de América Latina.

Tampoco se destaca la necesidad de que juicios de esta índole se entablen contra otros genocidas refugiados en la impunidad en países latinoamericanos.

En el caso concreto de Argentina llama la atención la rotundidad de las sentencias a los militares en un país donde aumentan las denuncias contra el presidente Mauricio Macri por una señalada actitud ambivalente.

El gobernante, quien defiende el neoliberalismo enarbolado en su momento por los dictadores argentinos, desmanteló los departamentos de derechos humanos de los ministerios y minimizó el número de víctimas de los militares represores.

Según sus críticos, Macri es partidario de cerrar las evocaciones históricas a la etapa de la dictadura.

Millones de argentinos piensan lo contrario y así lo confirmaron al respaldar enérgicamente la inculpación y condenas de los cabecillas de la dictadura.



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