Trabajan por rescatar emblemático río de La Habana

Édité par Maite González Martínez
2019-01-26 10:43:37

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Barrera flotante colectora de residuales sólidos mejorará la limpieza del río Almendares.

Por María Josefina Arce.

Llamado Casiguaguas por los aborígenes, Chorrera por los españoles, el río Almendares es uno de los elementos que distinguen a La Habana y a cuya historia está estrechamente ligado.

Lugar de esparcimiento de generaciones de cubanos, en las márgenes del Almendares se ubicaron dos de los primeros asentamientos de la ciudad después de que se decidiera trasladarla en los inicios del siglo XVI desde la costa sur.

Próxima a cumplir 500 años de su fundación, la ciudad de La Habana se embellece y rescata sitios emblemáticos, ese es el caso del Almendares, en cuyas orillas se encuentra el mayor bosque urbano del archipiélago.

Un arduo trabajo se realiza para devolver su esplendor al Almendares, como parte del plan Tarea Vida, un programa que contempla determinadas acciones para preserva el medio ambiente, ante los desafíos que plantea el cambio climático.

La política ambiental del gobierno cubano da prioridad al cuidado de los embalses, canales y franjas hidrorreguladoras de las cuencas tributarias de las principales bahías y de las costas de la plataforma insular cubana.

La colocación de una barrera flotante colectora de residuales sólidos forma parte de los esfuerzos estatales para sanear el Almendares, que durante años ha sufrido una fuerte contaminación.

Construida por la empresa avileña Ciegoplast, ha impedido que lleguen al mar cientos de toneladas de desechos generados por las propias comunidades y entidades estatales asentadas en las márgenes de la corriente fluvial.

La barrera ha posibilitado atenuar el área de dispersión de materiales flotantes y forma parte de otras acciones para mantener vivo el Almendares, entre las que se encuentran la reforestación de su faja hidrorreguladora y áreas aledañas.

También se ha incentivado la educación ambiental entre las comunidades asentadas en sus márgenes, para evitar el vertimiento a sus aguas de basura, que no solo dañan y afean el entorno, sino que afectan la salud humana.

Igualmente se han intensificado las medidas de control, monitoreo y planificación de la observación de la calidad de las aguas.

Reducir la contaminación del emblemático río Almendares es una meta de las autoridades de La Habana, que buscan preservar uno de los rincones más sorprendentes de la capital cubana, donde cada fin de semana se dan cita numerosos habaneros para disfrutar de la belleza del paisaje.
 



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