Por: Roberto Morejón

Varias ciudades cubanas se iluminaron las noches precedentes con las antorchas portadas por los ciudadanos, principalmente jóvenes, como
tributo a José Martí, en el aniversario 166 del natalicio de quien mucho tiene que aportar aún al país.

En continuidad de una hermosa tradición iniciada en mil 953 por revolucionarios encabezados por el abogado Fidel Castro, tiene lugar en Cuba, cada enero, la Marcha de las Antorchas.

Celebrar con caminatas patrióticas los aniversarios del natalicio del Héroe Nacional enorgullece a los cubanos, al reafirmarse como personas de bien al venerar a sus próceres.

Más que homenajearlo, como se debe, también se trata de que las nuevas generaciones beban de sus enseñanzas y las de otros titanes, más allá de los programas educativos.

Repasar la vida breve pero vigorosa del  Apóstol y su obra política y literaria engrandece a los jóvenes de hoy y los ayuda a ser más solidarios, honrados, desprendidos y apegados a la verdad.

En el caso del revolucionario muerto por balas del enemigo español en la localidad oriental de Dos Ríos, se rinde culto a un hombre capaz de organizar un Partido y una guerra de liberación, cuyo punto culminante fue la contienda de mil 895.

El autor de los Versos Sencillos debe ser perpetuado por dedicarse plenamente a la causa de la patria y encarnar el símbolo de la nación y la independencia, libre de tutelajes, incluso el de Estados Unidos.

Su figura es inspiración del espíritu humanista y profundamente antimperialista del proyecto social cubano. Hoy aquí se evoca al Maestro, en especial la generación más bisoña, depositaria de las más genuinas esperanzas de los luchadores por una sociedad más justa.

El aniversario 166 del natalicio del organizador del Partido Revolucionario Cubano se acogió en la mayor de las Antillas en un período en que nuevas generaciones asumen responsabilidades determinantes, después del ciclo cumplido por la dirección histórica de la Revolución.

En los desfiles por las principales urbes al compás de las antorchas se escucharon voces que abogaron por decir Sí a la nueva Constitución, sometida a referendo el próximo 24 de febrero.

Quienes se pronunciaron por esa adhesión destacaron que la propuesta de Carta Magna encarna los más hondos afanes del autor de La Edad de Oro, por ampliar los derechos y las prerrogativas ciudadanas.

La Ley de Leyes sometida a la consideración de los cubanos tiende a estrechar la unidad, una aspiración suprema de quien canalizó a todas las fuerzas dispersas para emprender la última guerra de liberación contra el colonialismo español.