Por: Roberto Morejón

En medio de la desesperación por el fracaso de planes extremos contra Venezuela, la administración estadounidense ataca a Cuba, sobre cuyo gobierno y pueblo emite las más absurdas diatribas.

Una de las más recientes corrió a cargo del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, quien en rivalidad con el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, para ver quién falsea más la historia, atribuyó a Cuba supuesto perfil imperial, por su apoyo al gobierno constitucional de Venezuela.

La descabellada arremetida del ex director de la Central de Inteligencia de Estados Unidos situó a la mayor de las Antillas como responsable de la crisis de Venezuela.

Escondía así Pompeo el papel jugado por su administración al imponer crueles y demoledoras sanciones para bloquear cuentas bancarias y robar empresas de la nación bolivariana.

Si no fuera por esos zarpazos el gobierno de Nicolás Maduro pudiera adquirir alimentos y fármacos necesarios.

En grosera manipulación de los hechos, Pompeo habló de la aducida permanencia de militares cubanos en el país sudamericano, cuando allí se  encuentran únicamente médicos, enfermeras, técnicos de la salud e instructores deportivos.

Uno de los exabruptos más intolerables de Pompeo lo condujo a colocar a Washington como juez para determinar la condición imperialista de otros Estados.

Ese mismo país estampó la Doctrina Monroe ----América para los americanos---- y ahora la revitaliza, como lo confirmaron el antecesor de Pompeo, el señor Rex Tillerson, y John Bolton.

La administración que acusa a otros de imperialistas hace gala de esa condición pues tiene cerca de 800 bases militares en el mundo, incluyendo 9 en Colombia, una avanzada para hostigar a Venezuela.

El gobierno del derechista Mauricio Macri autorizó a Washington a instalar un enclave bélico en la Triple Frontera, entre su territorio, Paraguay y Brasil.
Quizás los planes indiquen enviar hacia allí en un futuro a algunos de los más de 300 mil soldados estadounidenses desplegados en 177 países, según dato aportado por el general de infantería de marina, Joe Dunford.

Con ese poderío reforzado desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos posee sitios clave en caso de decidir aventuras e intervenciones militares, como hizo antes en México, Granada, Panamá, Playa Girón, en Cuba, Afganistán e Irak.

Al pretender endosarle a Cuba el calificativo de imperial que Estados Unidos sí ejerce, falta ordinariamente a la verdad, con lo que NO podrá desdibujar que la mayor de las Antillas solo envió a otras naciones médicos, maestros e instructores deportivos, todos civiles, en apego a convenios con los gobiernos respectivos.