Por: Roberto Morejón
En medio de una peligrosa pandemia, los cubanos NO abandonan su proverbial espíritu solidario y envían colaboradores de la salud a África.
Con el viaje de tres brigadas a Guinea Ecuatorial, Sierra Leona y Sao Tomé y Príncipe, casi llega a una decena el número de países del llamado continente negro con presencia del Contingente Internacional Henry Reeve.
Ese conglomerado con especialistas en el combate de graves epidemias y desastres contribuye con su esfuerzo, calificación y humanismo a honrar los fuertes lazos de amistad entre cubanos y africanos.
Desde su arribo a la mayor de las Antillas, esclavos africanos se fundieron con los lugareños para trabajar por el bienestar colectivo.
El héroe de la lucha contra el colonialismo español Antonio Maceo encarna uno de los símbolos más queridos de los cubanos.
Mestizo descendiente de africanos se erigió en uno de los baluartes de la resistencia en el siglo diecinueve.
La herencia africana es parte esencial de la cultura cubana, creencias y hábitos.
No por casualidad la primera brigada médica cubana que viajó al exterior aterrizó en Argelia, en mil 963, y luego prosiguieron esas prestaciones.
Así ocurrió con el resto del continente pletórico de riquezas naturales, pero aquejado de pobreza y desigualdad.
Hoy son más de seis mil los colaboradores cubanos en más de una treintena de Estados africanos, contando los que permanecían allí antes de desatarse la COVID-19 .
La cooperación ganó protagonismo ante el empuje de la letal enfermedad, por lo que 111 cooperantes partieron a Sao Tomé y Príncipe, Guinea Ecuatorial y Sierra Leona.
Ese último país de África Occidental reviste connotación, pues fue en 2014 uno de los tres destinos de 250 médicos cubanos, con la misión de combatir el ébola.
Ellos respondieron afirmativamente a la solicitud de ayuda de la Organización Mundial de la Salud y el secretario general de la ONU , Ban Ki Moon.
La asistencia de la mayor de las Antillas a otros pueblos continúa hoy, a pesar de que la administración estadounidense intenta anularla.
Las calumnias NO cesan, pero los colaboradores se afanan en África, donde las circunstancias son dramáticas.
La pandemia por la COVID-19 pasó velozmente allí de 100 mil a 200 mil casos confirmados.
Pero los cubanos llevan a África conocimientos actualizados sobre la enfermedad que ponen a disposición de los pacientes que atienden.