¿Cuestión de palabras?

Édité par Lorena Viñas Rodríguez
2020-09-02 23:07:10

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Donald Trump toured an area damaged during protests in Kenosha, Wisconsin. (Photo: Evan Vucci/AP)

Por: Guillermo Alvarado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó a la ciudad de Kenosha, estado de Wisconsin, donde encendió más los ánimos con declaraciones obtusas y su desprecio evidente hacia las víctimas de la violencia racista y la brutalidad policial.

Los actos y las palabras del magnate inmobiliario, así como los textos de algunos medios de comunicación de derecha que reseñaron la visita, llaman a la reflexión porque está claro que hay una voluntad de retorcer el significado de las palabras para justificar acciones atroces.

El gobernante se negó a conversar con la familia de Jacob Blake, víctima de varios disparos por la espalda hechos por un oficial, al que nada le importó que los hijos menores de edad del ciudadano afroestadounidense estuviesen a corta distancia de la escena del crimen.

En cambio, elogió la actitud de la policía que reprimió con exceso de fuerza las protestas por este y otros excesos cometidos por los “guardianes de la ley”.

Llamó terroristas domésticos a los que manifiestan y cabe preguntar, ¿qué es terrorismo? ¿Disparar por la espalda a un hombre desarmado, o salir a la calle con un cartel para denunciar esa violencia? Si, es verdad, hubo excesos en las manifestaciones, pero fueron respuesta a los excesos de la policía.

Trump fue más allá y defendió al adolescente blanco Kyle Rittenhouse, que armado de un fusil de asalto mató a dos manifestantes e hirió a uno más.

Ya la prensa había santificado a este “angelito” al presentarlo como “el joven que salió a defender a su familia” y Trump remató el concepto afirmando que una turba lo atacó y podrían haberlo matado.

El doble asesinato, entonces, está justificado con unas cuantas palabras y se abre la posibilidad de que situaciones similares ocurran a lo largo del país.

Según las leyes estadounidenses la edad mínima para comprar, y por tanto portar un fusil AR-15, un arma letal de alta precisión, es 18 años, y Kyle tiene 17 así que ya estaba cometiendo un delito, pero a ningún policía, de esos que Trump elogió, se le ocurrió detenerlo o siquiera interrogarlo. Absurdo, ¿no?

Un titular del diario español El País a propósito del tema dice así: “Kyle Rittenhouse, el adolescente que disparó en las protestas en Wisconsin: “Tengo un rifle para protegerme”. No tendría desperdicio para una clase de anti periodismo. Se dice que disparó, pero no que mató a dos seres humanos.

Y como no se trata de un asunto de simples palabras, sino de ideas o de ideologías, dejo aquí para el análisis, o para el debate si así gustan, esta interrogante:

¿Hay en Estados Unidos un conflicto racial, o simple y llanamente un exacerbado racismo estructural?     



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