Negligencia criminal

Édité par Maite González Martínez
2021-01-26 07:25:06

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Familiares de pacientes infectados con Covid-19 pasan horas de espera para abastecer sus cilindros de oxígeno en la empresa Carboxi, que comercializa gases en Manaos, Amazonas, Brasil, el 19 de enero de 2021. (Foto: EFE / RAPHAEL ALVES).

Por: Guillermo Alvarado

Una lluvia de críticas está cayendo en estos días sobre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuando a todas luces es evidente el resultado del desafortunado manejo de la crisis sanitaria causada por la covid-19, que infectó a casi nueve millones de personas y causó la muerte a 216 mil en ese país.

Un ejemplo de lo que provocó la negligencia gubernamental ocurre en Manaos, capital del estado de Amazonas, donde cientos de personas han muerto asfixiadas por la falta de oxígeno en los hospitales, cuyas capacidades quedaron rebasadas por la cantidad de enfermos.

Esta tragedia pudo evitarse si el general Eduardo Pazuello, nombrado por Bolsonaro como ministro de Salud a pesar de no tener ninguna experiencia en esa rama, hubiese hecho caso de las advertencias que los especialistas le hicieron en los primeros días de enero.

Hace 15 días el militar fue informado de que las reservas de ese gas vital estaban al borde del colapso en esa ciudad, y no hizo nada al respecto.

Ahora los expertos advierten que las imágenes de Manaos podrían repetirse muy pronto en otros lugares, incluidos los principales estados, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais.

Recientes sondeos indican que el apoyo al presidente se disuelve rápidamente.

Y es que sus errores son graves. Primero negó la existencia de la pandemia y cuando eso fue imposible la calificó de una simple gripecita.

El periodista Eric Nepomuceno recordó en un artículo, publicado en el diario argentino Página 12, que Bolsonaro fue invitado desde abril del año pasado a unirse al mecanismo Covax para obtener vacunas contra el nuevo coronavirus, pero rechazó adherirse a ese acuerdo.

Luego, en agosto, la transnacional Pfizer le ofreció 70 millones de dosis de su preparado, que estaría listo en diciembre, y no dio respuesta.

Ahora se vio precisado a comprar dos millones de inmunizantes a la India, una gota de agua en el mar de sus 210 millones de habitantes, a precio superior del que pagaron quienes reservaron con antelación.

 Se trata de una cadena de desaciertos, que en realidad constituyen una negligencia criminal, por lo que cada vez son más numerosas las voces que reclaman su destitución, incluso entre sectores de la derecha brasileña.

La ligereza con que el gobernante ha tratado el tema, negándose en todo momento a adoptar medidas rigurosas para cortar los contagios, ha orillado a muchas personas a ignorar la gravedad del caso y desdeñar los medios de protección, lo que se refleja en una crisis sin precedentes.

Brasil ya es, con mucho, el mejor ejemplo en la región de lo que no se debe hacer para garantizar la vida y la salud de los habitantes.       FIN



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