Por: Roberto Morejón

Fuerzas políticas y sociales envían desde Europa  mensajes de aliento a Cuba, enfrentada a momentos difíciles, mientras sectores de derecha del continente redoblan planes desestabilizadores.

El canal Europa por Cuba exhortó a caracterizar las jornadas contra el bloqueo estadounidense a la nación caribeña, el 27 y 28 de marzo, como un grito global para demandar el fin del asedio.

La plataforma de solidaridad llamó a asumir desde la unidad la caravana mundial contra el bloqueo estadounidense, recrudecido por la administración del expresidente Donald Trump.

Por su lado, el Grupo de Amistad con Cuba en el Parlamento Europeo reiteró su respaldo al país caribeño frente al boicot estadounidense.

Así lo hizo en un contacto virtual sobre desafíos de la COVID-19 con una representación de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la mayor de las Antillas más invitados.  

Mientras la referida entrevista se concretaba era pública la próxima participación de Cuba, como observador, en un diálogo de alto nivel de forma virtual entre el Reino Unido, la Comunidad del Caribe y los Territorios Británicos de Ultramar.

Todo lo apuntado contribuye al diálogo entre Cuba y Europa, pero desafortunadamente también se reportan artimañas para enrarecer la atmósfera.

La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, persiste en su cruzada hacia el embajador de la Unión Europea en Cuba, Alberto Navarro.

Charanzová y otros eurodiputados de derecha la emprendieron contra el diplomático por mantener una conducta profesional durante su misión, y adherirse a una solicitud a la administración del presidente Joseph Biden para el fin del bloqueo a Cuba.

Con anterioridad, dos diputados de extrema derecha, artistas cubanos que renegaron de su país y un sujeto que pide la invasión estadounidense a la tierra que lo vio nacer, entre otros conspiradores, ejecutaron en el Parlamento Europeo un grotesco espectáculo contra la mayor de las Antillas.

Como se aprecia, se abren paso dos visiones antagónicas sobre cómo conducir las relaciones entre Europa y Cuba.

Una a favor de un diálogo sereno, No exento de análisis sobre puntos discordantes, y la cooperación.

Otra le hace el juego a planes agresivos como los de Donald Trump, quien salió de la Casa Blanca , pero para personajes como Charanzová parecería estar aun arengando a asaltantes del Capitolio.