Imágen: Mindomo.
Por: Guillermo Alvarado.
Una agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas, -ONU-, advirtió que la región de América Latina y El Caribe es sumamente vulnerable a las perturbaciones provocadas por el calentamiento global, lo que afectará drásticamente la calidad de vida de millones de personas.
Un informe presentado recientemente por la Organización Meteorológica Mundial, OMM, indica que debido a estos cambios se verán comprometidas la salud, la seguridad, la alimentación, el abasto de agua potable y de energía para la mayoría de los pobladores del área.
Los daños serán globales y abarcarán al conjunto del territorio, desde las elevaciones andinas, las grandes cuencas hidrológicas y las islas de baja altitud en el Caribe.
Señaló la OMM que habrá repercusiones graves por el aumento de la temperatura, el cambio en la distribución de las lluvias, el incremento de las tormentas y el retroceso de los glaciares.
Entre las consecuencias, el informe enumera la desastrosa sequía del pantanal sudamericano, así como las cada vez más intensas temporadas ciclónicas en las Antillas, los grandes incendios y su efecto directo en la pérdida de la masa forestal, que impedirá la eliminación de dióxido de carbono en la atmósfera.
El Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, otra entidad de la ONU, informó hace poco que la temperatura promedio en nuestra región es más elevada que en el resto del mundo y seguirá aumentando.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, precisó que en Latinoamérica y El Caribe está el 57 por ciento de los bosques primarios que quedan en todo el planeta en la actualidad, donde se almacenan 104 gigatoneladas de carbono.
Los incendios y la pérdida de esta inmensa reserva ecológica tendrán repercusiones permanentes y de gran alcance, advirtió el experto.
El 2020 fue uno de los tres años más cálidos en Centroamérica y El Caribe y el segundo en Sudamérica, donde hubo temperaturas superiores a 40 grados centígrados durante varios días seguidos.
Al mismo tiempo se vivieron episodios de intensas sequías, junto a grandes lluvias que causaron inundaciones desastrosas en América Central y del Sur.
Otro aspecto destacado en el estudio es el retroceso de los glaciares, que son una de las más importantes fuentes de agua dulce para el consumo humano, la generación de energía y la conservación de los ecosistemas.
Enfrentar esta cadena de desastres implica un esfuerzo común en todo el mundo, para lo que todavía no hay una evidente voluntad política, sobre todo en los grandes países contaminadores, que no son precisamente de nuestra región.