Un año con Biden

Édité par Maite González
2022-01-21 07:09:27

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Imagen / NBC

Por: Guillermo Alvarado

El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, cumplió este 20 de enero un año de estar en la Casa Blanca sin dar respuesta en lo fundamental a las enormes expectativas que despertó su elección, tanto dentro como fuera de la principal potencia económica y militar del momento.

Muy importante sin duda es que Donald Trump no está en el primer plano, pero las perturbaciones políticas y sociales desatadas por su polémica manera de ser se mantienen presentes, sobre todo en los temores de un presunto golpe suave cuyo primer acto podría ocurrir en las legislativas de este 2022.

No todo el balance del trabajo de Biden es negativo, pero resulta llamativo que el gobernante electo con la mayor cantidad de votos de las últimas décadas, tenga doce meses después uno de los más bajos índices de popularidad.

Es cierto que cumplió su promesa de regresar a su país a la comunidad internacional, como ocurrió con los Acuerdos de París sobre Cambio Climático, pero ello no evitó que la Cumbre de Glasgow fuese un fracaso.

Todavía suenan las críticas por la manera en que sacó a su ejército de Afganistán y dejó a esa población en manos del Talibán, precisamente al que Estados Unidos fue a expulsar 20 años antes.

Tampoco se logró hasta ahora un avance en el Acuerdo Nuclear con Irán.

Biden se montó en el caballo de la guerra fría y tiene al mundo en vilo con sus amenazas contra Rusia, que caminan hacia un conflicto que podría tener categoría nuclear y ser el último para toda nuestra especie.

No son menos preocupantes las constantes sanciones contra China, que muy poco se diferencian de las adoptadas durante la administración Trump.

En materia migratoria se detuvo la construcción del muro de la vergüenza en la frontera con México, pero está lejos una reforma integral en esa materia y los planes anunciados para el desarrollo económico y social en los principales países emisores de indocumentados se quedaron en tinta. La vicepresidenta Kamala Harris, encargada de estos asuntos ha cumplido un papel anodino.

El primer día de su gobierno, Biden propuso un proyecto para otorgar en un plazo de 8 años la ciudadanía a 11 millones de personas que viven en ese país sin estatus legal. Un año después ese plan sigue esperando en los cajones de la Cámara de Representantes y el Senado.

Los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela no han tenido ocasión de olvidar la agresividad de Trump, porque Biden la mantiene intacta o la incrementa.

La economía de Estados Unidos mejora, más no despega; la covid-19 mató más gente durante la gestión actual que en la anterior; hay menos desempleo, pero las diferencias entre los más ricos y los más pobres son las mayores de un siglo. La realidad es implacable para el balance del señor Biden.



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