Referendo al cabo de un proceso de amplia participación democrática

Édité par Maite González
2022-09-24 07:29:50

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Por: Roberto Morejón

Como asiento constitucional, los cubanos ejercen este domingo el derecho al voto en el referendo del Código de las familias, normativa valorada previamente en consulta popular en comunidades y en el parlamento.

 Los ciudadanos emiten su voto libre, directo y secreto para dar cumplimiento a lo acordado por la Asamblea Nacional del Poder Popular y culminar así un ejercicio democrático acerca del Código.

 Si bien aquí el voto no entraña obligatoriedad jurídica, tiene connotación moral y por esa razón los cubanos se caracterizan por su masiva afluencia a las urnas para determinar, por ejemplo, quiénes serán los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular.

 El voto en la mayor de las Antillas es libre y el ciudadano acude a ejercerlo porque se siente parte del Estado.

 Además, lo considera igual porque los individuos tienen derecho a un solo pronunciamiento, con análogo valor, sin tener en cuenta raza, fe religiosa o posición política.

 Todos acuden a los colegios de su demarcación con garantía de reserva, pues el sufragio es directo y en el caso de la elección para el Poder Popular esa manifestación contribuye a determinar una autoridad.

 En relación con el nuevo Código de las familias, los concurrentes a la consulta tienen ante sí dos alternativas, aprobarla o NO.

 Sobre el documento han leído, debatido y escuchado explicaciones de expertos e incluso argumentos con señalamientos, en libre ejercicio de la opinión.  

 Al cabo de ese proceso, el referendo resulta crucial porque si bien la preceptiva ya fue aceptada por el parlamento, la Ley Electoral establece que en ese tipo de consulta los ciudadanos manifiestan, ratifican, aprueban, modifican o derogan una disposición jurídica.  

 Como aval de que la expresión popular reposa en las urnas, estas se sellan al culminar la afluencia de ciudadanos y posteriormente se hace el recuento público.

 De manera que en el referendo sobre el Código de las familias se concreta una vez más el acatamiento de la legalidad, inherente a una Constitución mediante la cual se ejerce el poder.

 Es de esperar que los cubanos ejerzan responsablemente su prerrogativa de expresar su voto sobre un documento inclusivo, que atañe a todos y no resta derechos a nadie.  

 En el avance hacia el referendo sobre un Código que proclama Todos los derechos para todas las personas, Cuba ha transitado por la senda de una mayor participación democrática.



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