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Por: María Josefina Arce.

Cuba y China dieron nuevos pasos esta semana para continuar profundizando su cooperación en biotecnología, una rama de la ciencia en la que la nación caribeña exhibe notables logros, a pesar de los obstáculos que impone el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

En los últimos días los dos países firmaron un contrato de transferencia de tecnología para la investigación, producción y desarrollo de un medicamento diseñado para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer.

Un pilar fundamental de las relaciones entre La Habana y Beiying es la colaboración que en los campos biotecnológico y farmacéutico mantienen para beneficio de ambos pueblos.

De acuerdo con las autoridades de los dos países la cooperación marcha a buen ritmo y son palpables los resultados de las empresas mixtas en el desarrollo y obtención de anticuerpos, vacunas y fármacos novedosos.

En la actualidad los dos países gestionan tres empresas en territorio chino que se encargan de cinco plantas productoras, en la que están presentes la tecnología cubana.

En los últimos 20 años se han emprendido más de treinta proyectos conjunto, incluidos los relacionados con anticuerpos monoclonales e interferones, comercializados en China y otros estados.

En el Gigante Asiático están presentes varios productos biotecnológicos cubanos como Nimotuzumab, para el tratamiento de cáncer de páncreas. De hecho, durante la pandemia de la COVID-19, en territorio chino se empleó el tratamiento del Interferón Alfa 2B, reconvinante en la personas contagiadas por el virus.

Se inscribe también en estos avances  el establecimiento del Centro China-Cuba de Innovación Conjunta en Biotecnología en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Yongzhou, primero de su tipo en el área de la colaboración científico-técnica.

Otro ejemplo de los estrechos lazos en esta rama científica, es la inauguración en diciembre del año pasado de un centro conjunto internacional y de un laboratorio sobre el diagnóstico del cáncer en la Universidad de Ciencia y Tecnología, en la ciudad de Shangai.

La colaboración bilateral abarca además , la investigación científica, la innovación en neuroinformática y enfermedades neurovegetativas.