Cartel
Por María Josefina Arce
De dinámica y en constante renovación y crecimiento puede calificarse la colaboración en la esfera de la biotecnología entre Cuba y China, una relación, calificada por los dos estados, de interés común y ganancia compartida.
Una nueva oportunidad de explorar más proyectos que representen un beneficio para los ciudadanos de ambas naciones ha sido la Décimo Segunda Reunión del Grupo de Trabajo Conjunto de la Biotecnología Cuba-China, que por estos días sesionó en La Habana y contó con la presencia de más de 40 representantes gubernamentales y del sector empresarial del gigante asiático.
En los últimos 20 años se han logrado notables avances en el trabajo conjunto en la biotecnología, sustentados en las sólidas y amistosas relaciones entre La Habana y Beijing, que sin dudas, han abierto el camino para el progreso y la Innovación en esa rama de la ciencia.
Es así que cinco medicamentos cubanos han sido registrados en el gigante asiático, y han tenido un gran impacto social como el Nimotuzumab, anticuerpo monoclonal humanizado para el tratamiento del cáncer de páncreas.
La comunidad científica china y las autoridades locales han destacado los excelentes resultados del producto inyectable, al inhibir el crecimiento de células malignas.
Gracias a la cooperación bilateral se han materializado 10 acuerdos de transferencia de tecnología para la producción de fármacos. Hoy existen tres empresas mixtas, laboratorios y centros de investigación y desarrollo conjuntos, donde se llevan a cabo proyectos de estudio científico.
El estrecho y provechoso vínculo existente se hizo patente en la reciente emergencia sanitaria mundial por la COVID 19. El Interferón Alfa 2B, un producto líder de la biotecnología cubana, formó parte de la treintena de fármacos empleados en territorio chino en el enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
De hecho este medicamento marcó el inicio de la transferencia tecnológica de la Mayor de las Antillas hacia China, que con el paso de los años se ha ido afianzando.
Desde sus primeros pasos allá por los años 80 del siglo pasado, la biotecnología en Cuba se ha ido expandiendo y desempeñando un papel cada vez más esencial en la salud pública y en el desarrollo del archipiélago.
La gran potencialidad en esta esfera de la nación caribeña, unida a la que también exhibe China hacen posible una fructífera cooperación, que ambas naciones buscan ampliar para beneficio de sus pueblos.
