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Por Roberto Morejón
La revelación de que un organismo dependiente del Departamento norteamericano de Estado financió a un grupo opositor en México, arrojó más evidencias sobre las reales funciones de la USAID.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, dedicada según sus jerarcas, a fines filantrópicos, habría otorgado cinco millones de dólares a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, una entidad creada por el empresario opositor Claudio González.
Curiosamente, el financiamiento de la USAID comenzó justo después del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018, pues en el período inmediatamente anterior no se concretó.
Los detalles, extensamente explicados por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, se inscriben en un informe solicitado por el propio presidente de la República para demostrar la injerencia y violación de la soberanía por Estados Unidos.
La pesquisa ha recibido la máxima atención del gobierno de AMLO, como llaman popularmente al jefe de Estado, quien dijo que enviará una carta a su homólogo estadounidense Joseph Biden, además del curso de una nota diplomática paralela.
No se trata de la primera revelación sobre injerencias de la potencia del Norte, pues el primer mandatario ya envió una misiva a Washington en 2023 para lamentar el plan de aumentar los recursos a organizaciones civiles opositoras en México.
Uno de los directivos de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad echó más leña al fuego al afirmar que el grupo no solo absorbe donaciones de la USAID, pues a la lista se agrega la NED, Fondo Nacional por la Democracia.
Se trata de herramientas por excelencia del gobierno estadounidense para intervenir en otras naciones, como Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, siempre con el argumento de promover la democracia en el mundo.
La mayor de las Antillas es blanco particular de las acciones de esas entidades. A través del Departamento de Estado, la NED y la USAID, financian espléndidamente a las organizaciones del lobby anticubano en Florida y otras partes.
Ahora en México, las entidades citadas se encuentran con la denuncia oportuna y contundente de un gobierno que vela celosamente por la soberanía e independencia, de ahí sus denuncias públicas sobre tales prácticas, que merecen el rechazo internacional.