USA-elecciones: Después del “Supermartes”

Édité par Martha Ríos
2016-03-03 15:43:36

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Por Nicanor León Cotayo

Donald Trump va figurando como el aspirante a candidato presidencial republicano más fuerte. Hillary Clinton al parecer tendría virtualmente ganada la candidatura demócrata.        

Tal es el balance más importante del famoso Supermartes del proceso electoral que finalizará el próximo ocho de noviembre.

Observadores coincidieron en valorar “como gran victoria” los balances obtenidos por ambos en esa jornada que aporta el mayor número de delegados a sus respectivas Convenciones Nacionales.

Cada uno ganó siete de los 11 estados en juego e impusieron un golpe de superioridad con amplios triunfos sobre sus rivales.

Hillary logró resultados de más del 60 por ciento frente al senador Bernie Sanders en Alabama, Arkansas, Georgia, Tennessee, Texas y Virginia, en tanto su victoria en Massachusetts fue por estrecho margen.

Al ganar en cuatro estados, Sanders logró con esto superar los pronósticos y mantener la pugna en las primarias demócratas.

En el campo republicano Trump ganó holgadamente en Alabama, Georgia, Massachusetts y Tennessee, y obtuvo triunfos más apretados en Arkansas, Vermont y Virginia.

Mientras que el senador republicano de extrema derecha Ted Cruz marchó al frente en su estado, Texas, y sorpresivamente en Oklahoma, convertido así en el único aspirante que ha vencido tres veces a Trump.

Sin embargo, Marco Rubio, candidato del "establishment" republicano para detener a Trump, no logró igual resultado.

El senador floridano se quedó en las proximidades de lograr una victoria en Virginia, estado que planearon exhibir como la prueba de que es capaz de atraer votantes de distintas tendencias.

Sobre Rubio, de origen cubano, los republicanos tenían esperanzas en Virginia y Massachusetts, pero solo pudo vencer a Trump en Minesota.

Fue su primera victoria en unas primarias donde, no obstante ser apoyado por figuras republicanas de gran peso, no consiguió  sostener con votos esa pretendida condición de única alternativa a Trump.

Ello podría debilitar políticamente a una de las voces más anti-Cuba que actúan en Washington y la Florida.

Su próxima prueba de fuego será el 15 de marzo en las primarias de Florida, su estado, donde la última encuesta brindó una ventaja de 16 puntos a Trump.

Si Rubio no lograra imponerse allí, su situación devendría aún más complicada.

La del día 15 es la siguiente gran cita electoral, cuando votan cinco grandes estados: Florida, Illinois, Misuri, Carolina del Norte y Ohio.

Cuando terminen su escrutinio se conocerá el número de delegados que ha conseguido cada aspirante en estas primarias y "caucus".

En el lado demócrata, Clinton y Sanders competían por 865 delegados de los 2.383 necesarios para lograr la nominación del partido.

Entre los republicanos, Trump, Cruz, Rubio, Kasich y Ben Carson optaban por 595 delegados, de los 1.237 necesarios para alcanzar la candidatura.

Un corresponsal de la francesa AFP,  Michael Mathes, opinó este martes desde Washington que se perfila una “guerra hostil” entre Clinton y Trump por la Casa Blanca”.

Opina que las victorias del segundo lo ponen “en camino seguro” de obtener la candidatura en la Convención Nacional Republicana”.

Agrega, tendrá que vérselas con Hillary, quien dominó a Bernie Sanders en la mayoría de los estados.

Luego añade un matiz que no es posible ignorar.

“Ello podría ser una bendición para Clinton… o su perdición ante la tendencia del magnate a superar las expectativas y salir indemne de toda polémica”.

En un año electoral tradicional, sería de esperar que la experiencia y el carácter de una exsecretaria de Estado, exsenadora y exprimera dama inclinaran la balanza a su favor, frente a un controversial multimillonario sin experiencia política.

“De seguro sería algo bueno” para los demócratas que Trump sea el candidato republicano, señaló el experto Norman Ornstein del American Enterprise Institute.

Una reciente encuesta de CNN mostró que Clinton vencería a Trump 52% contra 44% en las elecciones, un resultado similar al de otros sondeos.

Sin embargo, una victoria de Clinton en las presidenciales de noviembre “no se puede dar por sentado”, advirtió Ornstein.

Trump ha emocionado a las bases republicanas con sus dichos políticamente incorrectos, pero también ha puesto a la dirigencia del partido en una posición incómoda.

Hace poco hizo explotar una nueva y delicada polémica al negarse a tomar distancia de David Duke, exjefe del Ku Klux Klan, quien le apoya.

Se mantiene un aspecto de la campaña que resulta muy significativo, en primer lugar, para académicos y otros expertos.  

¿Cuál es? El rechazo de los electores hacia la clase política dominante, lo que ha jugado a favor de Trump, quien durante meses ha criticado a Washington.

“Trump tiene un amplio atractivo”, señaló el estratega republicano Brad Marston. “Sí, tiene altos niveles de rechazo, pero un elevado número de votantes están cansados de que sus líderes los engañen”, dijo.

David Axelrod, estratega del triunfo de Obama en 2008, sugirió atacar a Trump por su desempeño como empresario y su oportunismo.

“Hay muchos votantes que quisieran dar un golpe en la cara al sistema tradicional”, dijo Axelrod. “Y Donald Trump se ha convertido en ese puño”, agregó.

Sin embargo, la corresponsalía de EFE en Washington pareció reflejar el criterio de otros muchos al escribir:

“El Supermartes demostró que el problema de los republicanos es Trump, no Clinton”.

Puntos de vista encontrados que ayudan a explicar algunos de los más intrincados fenómenos sumados en el actual proceso electoral de Estados Unidos.

(Tomado de Cubasí)

 



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