por  Nicanor León Cotayo

La agencia española EFE comentó este sábado hasta dónde se ha quebrado la moral de esos comicios. Para ello hace una versión de la entrevista concedida por el candidato presidencial republicano, Donald Trump a The Washington Post.

Su curioso tema, la forma en que  ese multimillonario empresario de Nueva York valora al sexo femenino.

"Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (...). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras (…) Agarrarlas por la vagina. Puedes hacer de todo".

Así le atribuyen haber dicho en una conversación privada donde narró cómo abusa de estas a partir de su poder.

Se trata de una grabación de 2005, divulgada este viernes por el Post, nuevo escándalo que le obligó a pedir disculpas públicas después que medios  estadounidenses lo amplificaron y dirigentes del Partido Republicano se alejaran de él.

La citada conversación tuvo lugar, puntualizan, cuando Trump ya estaba casado con su actual esposa Melania.

Y añaden, se desarrolló en el interior de un vehículo, camino a los estudios de televisión en los que el multimillonario participaría en el programa "Hollywood Access", de personalidades famosas y entretenimiento.

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, no tardó en reaccionar. “Esto es un horror”, dijo.

Sin embargo, comenta EFE, la gritería mayor estalló entre los republicanos, quienes desataron una auténtica tormenta.

Tan fuerte, que incluso le obligó a cambiar su agenda de este sábado, incluido un viaje a Wisconsin y aparecer por vez primera junto al jefe de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.

Según las mismas fuentes, ese último decidió “sacar a Trump del programa” y mantenerse en Nueva York preparando el debate presidencial de este domingo.

"Estoy indignado por lo que he escuchado. A las mujeres se les tiene que defender y respetar, espero Trump trabaje para demostrar al país que las respeta mucho más de lo que sugiere esa grabación”, afirmó Ryan.

Al líder de la Cámara baja se unió el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, así como el líder de su mayoría en el Senado, Mitch McConnell.

Priebus declaró: "A ninguna mujer se la debe describir en esos términos o hablarle de esa manera. Nunca".

Y McConnell llegó a decir: los comentarios de Trump son "repugnantes" e "inaceptables bajo cualquier circunstancia".

La ráfaga más fuerte llegó desde Utah, estado muy conservador, donde su gobernador, Gary Herbert, retiró públicamente su apoyo al candidato republicano.

"Las declaraciones de Trump, además de ofensivas, son despreciables. Si bien, no votaré por Hillary Clinton, tampoco lo haré por Trump", apuntó Herbert.

También desde Utah, el ex gobernador Jon Huntsman reclamó que Trump renuncie, y hasta pidió que sea el aspirante republicano a la vicepresidencia, Mike Pence, quien ocupe la candidatura".

Sin embargo, en medio de esos comprometedores bombazos hizo explosión uno mayor,  que entre otros, acogió Diario las Américas.

Melania Trump, esposa del magnate inmobiliario y candidato presidencial, declaró a la prensa en Washington que eran "inaceptables y ofensivas" las palabras de su esposo respecto a las mujeres divulgadas en el video que data de 2005.

"Las palabras que mi marido usó son inaceptables y ofensivas para mí", afirmó en un comunicado la ex modelo de origen esloveno y tercera esposa de Trump.

"Eso no representa al hombre que yo conozco", subrayó Melania Trump.

"Él tiene el corazón y la mente de un líder. Espero que la gente acepte sus disculpas, como he hecho yo”.

A un mes de las elecciones de noviembre, el magnate trata de aclarar que su campaña no está en crisis.