Por: Susana del Calvo

Hay quienes pretenden que olvidemos la historia plagada de atropellos, salvajes agresiones, dolor y muerte con un solo fin, llenar los bolsillos de una minoría que vive a costa de las grandes mayorías.  Esto se repite, es cíclico, en el lenguaje popular es el mismo perro con diferente collar.

Es la famosa doctrina de divide y vencerás, de llenar de dificultades el camino de aquellos gobiernos que defienden su soberanía, el derecho a elegir su propio destino y eso para ellos es una afrenta, una amenaza a su poderío porque Estados Unidos se cree con todo el derecho de intervenir en cualquier lugar del mundo y matar niños, mujeres, ancianos porque la metralla no tiene nombre.

Los que tienen la última palabra son los pueblos. Los medios de comunicación masiva, en manos de los poderosos, llenan de mentiras las redes sociales cuando magnifican un grano de verdad y lo convierten en una montaña, es peor que un terremoto de grandes magnitudes, culpan a los gobiernos de las dificultades económicas que ellos son los que las provocan, pero siempre tras el telón porque al final aparecen como héroes y no son más que buitres.

La humanidad vive momentos críticos, de ahí que Washington desvía la atención hacia América Latina para que no vean la masacre en el Medio Oriente, como en Siria y Palestina.  Se creen los dueños del Mundo y manejan los gobiernos a su antojo, como decía Lope de Vega: Poderoso caballero es Don Dinero y ante el se arrodillan hasta países europeos que no se dan cuenta que cuando ves las barbas de tu vecino arder, debes poner las tuyas en remojo. 

Ya están hace rato en desenfreno porque nadie le pone coto y aquellos que sueñan que la Casa Blanca respetará los últimos acuerdos, en breve tendrán pesadillas.

Venezuela no es más que parte de una escalada que se inició en Argentina, siguió con Ecuador y Brasil, luego seguirán para Nicaragua y Cuba.  Hacen sufrir al pueblo de Bolívar múltiples necesidades y se esconden tras supuestas legislaciones para que el pueblo se levante contra el gobierno que eligió y son tan capaces de nombrar un nuevo presidente sacado de la nada, que es recibido con honores por quienes se pueden considerar, sin ofender, marionetas muy mal facturadas. Atacar bajo de pretexto de una ayuda humanitaria.

Despierten los pueblos, busquen a los verdaderos culpables, no se dejen engañar con falsas promesas, la historia y la realidad les darán la respuesta.